El inicio de la Historia: Búsqueda.

El inicio de la Historia: Búsqueda.
Una foto y un escándalo que evitar; lo demás no es tan simple a la vista.

miércoles, 20 de junio de 2018

#HistoriasCortasTCE No. 52: “Resultado-Parte 3”.


#HistoriasCortasTCE No. 52: “Resultado-Parte 3”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No. 52: “Resultado-Parte 2”.

Noche en la ciudad.  Sala de la familia Gómez, humilde barrio de la localidad.

   Laura de vuelta en la sala de su casa, pregunta frenética por su celular.

-Laura: ¡Dónde está mi celular, quién era, quién tomó la llamada!

-Concepción: Cálmate, Laura, pareciera que te estuviera llamando tu novio.

-Don Edgardo: Cómo va a ser su novio, Concepción, no ves que Laura estaba hablando con Daniel; déjate de malos chistes. Toma, hijita, tu celular, no te preocupes, no era ninguna amiga tuya;  la llamada la hizo un ocioso, de esos que llaman para molestar y hasta para decir obscenidades para ocupar su tiempo.

   Laura toma el celular y de una vez comienza a buscar la opción de registro de llamadas, mientras camina a su cuarto.  Don Edgardo hace una pregunta y Laura contesta a lo lejos, pues ya estaba frente a la puerta de su cuarto.

-Don Edgardo: ¿Y qué pasó con Daniel, ya se fue?

-Laura: ¡Sí!

-Don Edgardo: ¿Ya se reconciliaron?

-Laura: ¡No!

***
    Noche en la ciudad.  Recámara de Laura, Casa de la familia Gómez.

   Laura en el interior de su cuarto, sentada en su cama, llama a César.

-Laura: Era César, y yo que estaba afuera hablando con Daniel, ¡voy a llamarlo de una vez!

***
     Noche en la ciudad.  Fuera del despacho del Ministro de Minas.



   Afuera del despacho del ministro, Don Fabriciano se seguía riendo de los chistes malos de Josecito Ortega, sólo para agradarle al alto funcionario, mientras César se mantenía con expresión molesta.

-Don Fabriciano: ¡JA, JA, JA, ,JA, JA!

-Ortega: Te dije que ese chistecito era bueno.  Tengo otro, figúrate que una vez "Pepito" estaba en la escuela y le dijo a su maestra que...

   El celular de César suena, el zar “legal de las esmeraldas” lo contesta de una vez.

***


    Recámara de Laura.  Noche en la ciudad.


-Laura: ¿César?

   Enojadísimo y con tono firme, César la cuestiona, fuera del despacho del Ministro de Minas.

-César: ¿Dónde estabas, Laura?

   Laura queda atónita ante la furia de la voz de su amado.

***
   Laura recuperándose de su sorpresa, le contesta a César, a través del celular en la privacidad de su cuarto.

-Laura: ¿Y qué pasó con el “hola mi amor”, “dime me vida”, se te olvidó?

    El zar seguía con su tono enojado y serio, su actitud fue notada por su padre, que mientras oía los chistes malos del ministro, no dejaba de poner atención a César.

-César: No estoy para tonterías, ¡dónde estabas!  Llamé hace algunos minutos y tu papá me dijo que habías salido con tu novio: ¡DANIEL!  ¡Qué me tienes que decir al respecto!

-Laura: No, es que menos mal que no eres juez de la nación, en vez de ser el “zar de las esmeraldas”, serías algo así como el “verdugo de los nacionales”; qué lindo de tu parte, me lanzas tres piedras como si fuera una condenada al repudio público, con esa manera tan fea de hablarme, antes de que yo pueda dar una explicación.

-César: ¡Y cómo quieres que reaccione si acababa de hablar contigo, me dices que supuestamente ibas a esperar mi llamada y cuando puedo al fin comunicarme contigo, recibo la sorpresa que estás con Daniel!

-Laura: Yo no supuestamente estaba esperando tu llamada, César, yo en efecto, lo estaba haciendo porque para que te enteres, yo soy una mujer que cumple lo que dice.  Lo que sucede es que Daniel es un hombre que todavía está enamorado de mí, así que está desesperado por saber qué está pasando entre nosotros; por eso vino a suplicarme por una repuesta, de sorpresa se apareció en mi casa.  Pero como yo soy una idiota que se enamoró de César Rosales, lo estoy complaciendo en que hasta después de doce días de serle infiel a Daniel, puedo al fin darle una explicación; para así cumplir con la “prudencia que me pediste que tuviera”  y con el plan de matrimonio a largo plazo que ideaste para los dos.  ¿Te acuerdas?


Melissa G.

Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.52-Parte 4, la penúltima en esta 1o serie de relatos cortos......


📗✍️ ¡“Tentación, Color Esmeralda: Búsqueda”, la 1º parte de la historia ya es una realidad!


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Esta #HistoriaCortaTCE incluye un extracto de la novela completa para seguirles presentando el mundo de la historia: "Tentación, Color Esmeralda".  En los anteriores relatos encontrarás también momentos de esta novela, a modo de una Introducción.  Espera la trama completa muy pronto con su 1o Parte: "Búsqueda".....

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martes, 5 de junio de 2018

#HistoriasCortasTCE No. 52: “Resultado-Parte 2”.



#HistoriasCortasTCE No. 52: “Resultado-Parte 2”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No. 52: “Resultado-Parte 1”.

Noche en la ciudad.  Sala de la familia Gómez, Humilde barrio de la localidad.

   Laura trató de ponerle un punto final a los comentarios e imprudencias de su tía Concepción y de su padre: Don Edgardo, para así poder hablar con Daniel. Ella seguí con su nuevo y costoso celular en su mano.

-Laura: ¡Ay, mejor vámonos a hablar afuera, Daniel, porque decididamente aquí no se puede con tanta gente opinando tonterías!

-Don Edgardo: Pero si vas a salir, deja ese teléfono aquí, mira que ya deben estar merodeando por ahí los ociosos delincuentes del barrio; ¡los pueden asaltar!



-Laura: No, no, no puedo hacer eso.  Estoy esperando a que mis compañeras de trabajo me llamen para saber si ya puedo salir para reunirme con ellas.

-Concepción: Si es por eso, nos quedamos aquí tu papá y yo, y en caso que te llamen, te avisamos.


-Don Edgardo: Sí, hija, así es mejor.  Si no, voy a estar tan nervioso que me la voy a pasar abriendo la puerta e interrumpiéndolos para ver si están bien; este barrio es peligroso de noche, ¡uno no se puede confiar!

   Laura estaba renuente, pero Daniel la convence para que salgan a hablar.

-Daniel: Sabes, Laura, mejor complacemos a Don Edgardo y salimos a hablar de una vez.  Te lo pido, por favor, necesito conversar contigo.

   Laura no tiene otro remedio que aceptar.

-Laura: Bueno, vamos de una vez afuera a conversar, Daniel.  Y por favor, papá, si ese teléfono suena, corres a dármelo de una vez, ¿quedamos?

-Don Edgardo: Está bien, hijita, pero vayan de una vez...para que arreglen las cosas entre ustedes.

   Laura con paso presuroso, sale de su casa en compañía de Daniel, para darle una explicación al hombre que la amaba, pero que era engañado por ella.

***

    Noche en la ciudad.  Fuera de la casa de Laura, Humilde barrio de la localidad.

   Daniel inicia su conversación con Laura.

-Daniel: Entonces, Laura, qué está pasando con nosotros, ¿dónde exactamente estamos?

-Laura: Donde te dije, Daniel, estamos en un tiempo de espera, para poder saber qué va a pasar con nosotros.

-Daniel: En espera.....Está bien, espero, pero mientras espero, tengo que saber por qué nosotros dos que nos queremos tanto; estamos en espera.  Laura, tú una vez me dijiste que necesitábamos tener una visión armonizada, qué tenía que ponerme en tus zapatos; no para pensar igual, sino para entender lo que tú sentías.  Ahora yo te pido lo mismo, qué crees que siento con todo esto, cómo crees tú que estoy.

-Laura: Daniel, yo...

-Daniel: Déjame sacar lo que llevo dentro y luego tú me contestas.  Laura, yo todas las noches me acuesto pensando cómo hago para ser mejor, porque pienso que ha sido por mi forma de ser que me he ganado esta espera.  Trato de ver cómo soy diferente, cómo mejoro, cómo soy digno de ti.  Luego que me doy cuenta que estoy como un estúpido tratando de encontrar una respuesta, me acuerdo que me dijiste que eras tú la que no estaba clara en lo que sentías; y me pongo a pensar lo peor.  Cuando hago eso, realizo que estoy teniendo esos ataques de inseguridad que me pediste que no tuviera y concluyo nuevamente que el que está mal soy yo, no tú; pero no me lo quieres decir.  En síntesis, Laura, yo quiero saber qué debo hacer mientras espero, qué cambió, qué mejoró, porque si tú después de dos años a mi lado necesitas un tiempo lejos; es porque hay algo mal o en mí, o en ti, o en ambos.  Yo necesito saber qué hago, me estoy volviendo loco, por favor: ¡DIME ALGO, MI AMOR!


-Laura: Daniel, tú no tienes nada que cambiar, ni yo te puedo decir que quiero que hagas algo en específico durante este tiempo que te pido.  Estoy siendo en parte egoísta y en parte respetuosa con los dos años que hemos compartido; cuando yo te diga mi decisión, me entenderás por qué te solicité esta pausa.  Cuando llegue ese momento, te explicaré lo que yo llevo por dentro, así mismo como tú lo acabas de hacer; no puede ser de otra manera, porque esos dos años no se merecen cualquier explicación, sino la mejor que se le pueda dar.

-Daniel: Es que ahora con lo que me has dicho, me asustas, suena como algo triste que me vas a decir y yo me niego a creer que lo nuestro tiene ese destino.  Laura, tú te acuerdas cuando comenzamos nuestra relación, cómo poco a poco fuiste teniendo más confianza conmigo, cómo nos convertimos en buenos amigos, cómo me revelaste tus secretos, cómo nos regalábamos mutuamente besos de genuino amor, besos que nos llenaban de emoción; cómo soñábamos con un futuro juntos.  Yo solamente te digo que por todo lo que te acabo de decir, lo nuestro no puede ser vencido ni por un error mío, o una confusión tuya.  ¡No puede!

    Laura estaba consternada ante las palabras del enamorado Daniel.

Melissa G.

Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.52-Parte 3......¡Espérala el Miércoles 20 de Junio!!


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