#HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 5”.

#HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 5”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 4”.

Más de Cuarenta años atrás, en la zona Esmeraldífera.  Hacienda La Casona.

-Simona:  ¡Entra rápido, Fabriciano, a la cocina, ahí viene Don Nicanor, más te vale que no te vea!

   Sólo para molestar, el intrépido Fabriciano comenzó a caminar en cámara lenta, desafiando a la autoridad; para causarle algo de risa a la tímida Nidia.  La voz seguía escuchándose.

-Voz de Don Nicanor: ¿HIJA, DÓNDE ESTÁS?

-Simona: ¡Fabriciano, déjate de payasadas y corre de una vez a la cocina a hablar con Doña Dulcidia!

    Fabriciano se retira de la escena.

-Nidia: Está medio loquito tu amigo, Simona.

-Simona: ¡Así es, bastante loquito!  ¡Ahí viene su papá,  niña Nidia, ahí viene Don Nicanor!

   Un par de elegantes botas negras, pisaban el hermoso piso de LA CASONA. Con firmeza y con una elegancia indiscutible, Don Nicanor De la Vega se aproximaba a su hija Nidia.  La descripción más fiel del joven hombre, de unos treinta y ocho (38) años, viudo hace cinco, era ver a César con cabello y ojos oscuros, usando una muy bien arreglada barba.  Había algo que podía siempre llevar Don Nicanor consigo; un látigo para golpear caballos al cual le había puesto hasta nombre: DIGNIDAD.  Ese pequeño detalle revelaba que Don Nicanor era todo un personaje de carácter duro, recio, de ideas radicales; pero recto y honrado en sus decisiones.

-Don Nicanor: ¡Hija, qué pasa que no me habías venido a saludar; ya se te olvidó tu papá que tanto te quiere!

-Nidia: No, papá, lo que pasa es que estaba esperando que salieras del cuarto de mi mamá, que en paz descanse.  Como sé que cada mañana pasas una media hora ahí y no te gusta que te interrumpan.

-Don Nicanor: Está bien y me alegro que respetes a cabalidad las reglas de la casa, porque sólo la disciplina hace que la gente sea provechosa y a mí, ¡la gente indisciplinada no me gusta!  Vámonos a desayunar, ahí me cuentas todo lo que viste en Europa.  Simona, dile a Pedra que mande a servir la mesa.

-Simona: Cómo no, Don Nicanor, de una vez le digo a mi mamá.

    Mientras padre e hija caminaban, Don Nicanor vio a Fabriciano merodeando por la terraza.  Eso enfureció al recio hombre quién gritó para amonestar al joven obrero.

-Don Nicanor: ¡Oye tú, pedazo de vago, no te doy comida y techo para que estés merodeando por mi casa! ¡LÁRGATE A LA MINA, SI NO QUIERES QUE SE ME OLVIDE QUE TE RECIBÍ A TI Y A TU HERMANO PORQUE TU MAMÁ VIVÍA CON UN HOMBRE QUE LOS GOLPEABA A LOS TRES!  ¡RÁPIDO, A LA MINA Y NO SE TE OCURRA VOLVER HASTA EL FINAL DEL DÍA!

    Estás viendo, hija, lo que te digo, si la gente no sabe lo que es la disciplina, no sabe ser agradecida y alguien que no es agradecido, no tiene dignidad y un indigno puede hacer mucho daño. Por algo siempre tengo a la mano mi látigo, al cual le puse un buen nombre: ¡Dignidad! Lo llamé así no porque piense que la gente sea animal; sino porque cuando me encuentro con uno que parece más bestia salvaje que otra cosa, puedo hablarle en su idioma.

-Nidia: ¡Papá, tú siempre con tus ideas!  ¡No hay día que me dejes de sorprender con lo que sale de esa mente que tienes!  Te quiero mucho, papá...

-Don Nicanor:  Y yo a ti, tú y Dalia son lo único que me quedan después que la vida no me pidió permiso para llevarse a tu mamá; pero si sigo vivo es para verlas crecer y ser mujeres tan felices y especiales como mi Matilde.  ¡Yo soy Nicanor De la Vega y cuando digo algo, no hay nadie que me impida hacerlo y tú, hija, vas a ser una mujer feliz!

Melissa G.

Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.42-Parte 1......

    Esta #HistoriaCortaTCE incluye un extracto de la novela completa para seguirles presentando el mundo de la historia: "Tentación, Color Esmeralda".  En los anteriores relatos encontrarás también momentos de esta novela, a modo de una Introducción.  Espera la trama completa muy pronto con su 1o Parte: "Búsqueda".....

Recomendadao para ti: #ESPECIAL No. 2: "Lo mejor y lo que viene: #HistoriasCortasTCE”.

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#HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 4”.

#HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 4”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 3 ”.

Recámara de Doña Nidia, Mansión de los Rosales De la Vega.

   Nidia termina de arreglar y escoger su vestuario para la semana con una de sus empleadas: Azucena.

    Con profunda nostalgia, la madre de César comenta.

-Nidia: Bueno, listo, ya está todo arreglado y escogido, ya sé que ropa voy a usar esta semana, desde el vestido hasta los accesorios.  Qué te parece, Azucena, la manera en que me entretengo en las noches: Los lunes el vestuario, el martes el club gastronómico, el miércoles las damas de beneficencia nacional, el jueves la tarde de té en el club, el viernes el club de flores y jardines.  Los fines de semana ver qué fiesta hay dentro de los círculos sociales para asistir y así llega el domingo, el día con  la noche más aburrida para mí; para regresar al lunes....

-Azucena: ¿La señora me necesita para algo más?

-Nidia: No, Azucena, gracias por tu ayuda.

   La empleada de servicio se disponía a salir cuando la muy entristecida Nidia la vuelve a llamar.

-Nidia: Azucena, disculpa la curiosidad, ¿estás enamorada?

-Azucena: Bueno, novio, novio, no tengo.  Pero hay un muchacho, es mecánico, que a veces me llama.  Ah, hemos salido unas dos veces, pero como amigos, Doña Nidia. 

-Nidia: Sí, pero me imagino que cuando lo ves sientes un cosquilleo que no sientes con cualquier amigo.  No, no te sonrojes, yo sé como se siente eso, igualito que en las historias de amor, que en la televisión o en el cine..... ¿Te gustan las historias de amor, Azucena?

-Azucena: Sí, señora, precisamente dentro de un rato voy a ver una, la anunciaron desde la semana pasada por la NCT.

-Nidia: Me imagino que quizás en esa historia de amor,  los villanos son ricos y poderosos, tratan de separar a la humilde muchacha enamorada del muchacho joven millonario.  O al revés, la muchacha es poderosa y el hombre trabajador; pero nunca o casi nunca los pobres son los malos y los ricos los inocentes, los abusados.  ¿O me equivocó?

-Azucena: No, señora, que yo sepa nunca vi o escuché de una historia así.

-Nidia: Yo sí, y me la sé con lujos de detalles.

-Azucena: Sí, y cómo se llamó esa historia y cuándo la dieron....

-Nidia: Esa historia es de más de cuarenta años y no tiene título.  Pero te la puedo contar, porque yo fui parte de ella.

        Hace más de cuarenta años, llegaba de mi viaje por Europa a la hacienda de mi padre, Don Nicanor de la Vega.  Había recibido esa gira por Europa como regalo de graduación de la escuela, y me sentía con ganas de vivir.....

***

Más de Cuarenta años atrás, en la zona Esmeraldífera.  Hacienda La Casona, terraza de la hacienda.

    Nidia era una muchacha de unos 18 años, recién graduada de bachiller en letras y filosofía de prestigioso colegio católico, que tras irse de viaje post-graduación escolar; llegaba a la hacienda de su padre, Don Nicanor, en las inmediaciones de la zona esmeraldífera.  Su confidente y amiga, la hija de la ama de llaves, Simona; conversaba con Nidia en la terraza de la casa.  Ambas eran de la misma edad, pero de mundos diferentes.

-Simona: Niña Nidia, cómo le fue en el viaje, por allá en Europa.  ¿Eso debe ser bien bonito, verdad?

-Nidia: Muy bonito, Simona, pero algo medio aburrido, sobre todo si uno se tiene que pasar de reunión en reunión con la alta sociedad Europea.  Si las fiestas aquí son aburridas, allá son peores.

-Simona: Bueno, pero su papá está que no acabe de orgulloso porque usted ya terminó la escuela, ya sacó su título de bachiller, niña Nidia; Don Nicanor anda repitiendo a cada rato que usted es bachiller en letras y filosofía de un colegio de religiosas bien prestigioso, por eso dice que la va a mandar a estudiar a una universidad bien grande y bien cara.

-Nidia: Así parece, de nuevo a empacar maletas.  Pero antes, déjame concentrarme en mis vacaciones aquí.  ¿Qué ha habido de nuevo por esta casa, por la hacienda La Casona?

-Simona: Lo de siempre, niña Nidia, su papá que viene y va, trabajando y viajando.  Y los obreros de la mina sacando esmeraldas como locos y rogando que un día sin que su papá se dé cuenta, puedan quedarse con una pieza grande que los saque de pobres.

      Cerca donde  ambas jóvenes estaban, pasaba un minero de unos veinte años, cuyo aspecto sucio y gastado por el trabajo, no ocultaba del todo el color dorado de sus cabellos y lo celeste de sus ojos. Nidia preguntó por él ya que aquel muchacho se acercaba hacia ellas.

-Nidia: ¿Quién es ese muchacho que viene hacia nosotras, Simona?  No debe estar por aquí, a mi papá le enfurece que gente que no labora en la casa, pise la hacienda.

 -Simona: Ése es mi amigo Fabriciano y debe estar por aquí para hablar con su mamá, Doña Dulcidia, la planchadora.  Parece que la pobre Doña Dulcidia no encuentra a Carmelo, el hermano de Fabriciano.  Ese condenado debe estar bien borracho en alguna cantina.

     El joven minero, de profundos ojos celestes y cabellos rubios, saluda a las bellas damas.

-Fabriciano: Buenos días. ¡Pero, Simona....no me habías dicho que te robaste un pedazo de cielo!

    El joven Fabriciano Rosales mira a la tímida Nidia con una pícara sonrisa, mientras se presenta.  

-Fabriciano: ¡Mucho gusto, mi bella señorita; Fabriciano Rosales, para servirle!

  Nidia no dijo ninguna palabra.  Se sintió cohibida.

-Simona: ¡Qué haces aquí, Fabriciano, seguramente dándole noticias de Carmelo a tu mamá, porque los dos se fueron a beber de nuevo anoche! Te recuerdo que a Don Nicanor no le está gustando nada que tú y tu hermano se vayan a fiestar y lleguen a dormir aquí como si fuera un hotel.  Deben estar agradecidos que por caridad, Don Nicanor los metió a trabajar a la mina, cuánta gente hay tratando de ser obrero de LA PRÓSPERA.

-Fabriciano: Simona, no te preocupes por mi hermano Carmelo y por mí, nosotros estamos bien grandecitos ya, sabemos lo que hacemos. Voy a hablar con mi mamá y me voy de vuelta a la mina.  Con su permiso, hermosa princesa, su humilde esclavo se retira.

   Una voz fuerte que retumbaba las paredes y unos pasos con una armonía casi perfecta, se escucharon: 

-Voz de Don Nicanor: ¡NIDIA, HIJA, DÓNDE ESTÁS, HIJA!

Melissa G.

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Esta #HistoriaCortaTCE incluye un extracto de la novela completa para seguirles presentando el mundo de la historia: "Tentación, Color Esmeralda".  En los anteriores relatos encontrarás también momentos de esta novela, a modo de una Introducción.  Espera la trama completa muy pronto con su 1o Parte: "Búsqueda".....

Recomendadao para ti: #ESPECIAL No. 2: "Lo mejor y lo que viene: #HistoriasCortasTCE”.

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#HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 3”.

#HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 3”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 2”.

     Laura tuvo en la #HistoriaCortasTCE anterior una conversación importante con César. Conocerás el resto dentro de poco, prepárate para “Búsqueda”….Ahora acompaña a Laura en este otro momento decisivo en su vida: “Palabra de Zar-Parte 3”.

Nuevo día en la ciudad.  Residencia de la Familia Gómez.

    Muy temprano por la mañana, Daniel toca a la puerta de la casa de Laura.  Concepción responde al llamado de la misma, mientras Don Edgardo y su hija terminaban de alistarse para salir a trabajar.

-Daniel: Buenos días, señora Concepción, cómo le va.

-Concepción: Buenos días, Daniel.  Laura, te buscan....

    Laura se acerca a Daniel y le dice: 

-Laura: Amor, qué haces aquí, quedamos que me llevarías al trabajo martes y viernes.  Ya es demasiado abuso que tengas que recogerme todos los días a mi trabajo.  ¡Pero qué vamos a hacer, si mi papá perdió nuestro único carro en una apuesta de dominó con su compadre!

-Edgardo: ¡Mi Laurita, siempre  preocupada por las cosas materiales, parece que no tiene remedio; verdad, Daniel!

-Daniel: Bueno, Don Edgardo, usted sabe que en lo que se refiere a Laura, yo estoy siempre disponible a ayudarla, hasta para servirle de chofer.

-Laura: Pero ésa no es la idea, la idea es que siguiéramos con el auto que tanto le costó a mi papá, como a mí, comprarlo.  Con mucho..., no, con demasiado sacrificio se ahorró para comprar ese auto y aunque fuera de segunda, lo cuidábamos como a un Rolls Royce.  Pero el señor aquí presente tenía que perderlo.... ¿Te acuerdas, Daniel, cuando empezamos a salir lo emocionada que estaba cuando se compró el auto, te acuerdas?; anda, ¡recuérdaselo a mi papá para que entienda porque me da tanta rabia!

-Daniel: Bueno, yo la verdad es que pienso que....

-Edgardo: Nada, Daniel, aquí lo que nadie puede negar es que es preferible andar a pie, que tener una cuenta y no pagarla.  Nosotros los pobres funcionamos no por monedas, sino por honor. ¡Y eso vale más que un auto!

-Laura: ¡Pero, papá, deja que Daniel te recuerde lo feliz que me hacía tener ese auto, anda, escúchalo!

-Edgardo: No metas a Daniel en esto.  En cambio, hay que agradecer que sea un hombre de honor, con la gallardía que ya muchos no tienen.  La sociedad ha dictado que los héroes son esos hombres musculosos, trajeados y encima de dinero y con apellido; pero la verdad es que los hombres como Daniel, siempre dispuestos a dar de sí, son los que deben estar en un pedestal.  Y tú tienes a uno junto a ti, Laura. ¡Qué más quieres!

-Daniel: Yo siempre estaré junto a ella, Don Edgardo, pase lo que pase. 

-Laura: Mejor nos vamos, Daniel, está visto que las ideas de mi papá están escritas en piedra.

    Daniel y Laura abandonan la humilde vivienda de los Gómez.  Concepción, quien había presenciado la conversación, lanzó su ponzoña.

-Concepción: ¿Estás viendo lo que yo vi, estás escuchando lo que escuché, estás pensando lo que yo estoy pensando ante semejante escena?  No en vano dicen que la vida se mueve en torno a un espiral, así mismo comenzaron las cosas en esta casa, así mismo nacieron todos tus males, Edgardo.  Yo te lo dije un día, cuida a tu hija, ella lleva la maldad de esa mujer en su sangre y tarde o temprano esa maldad va a renacer....oye lo que te digo....¡renacerá y esta vez será peor que hace ya tantos años atrás!  ¡PEOR!

-Edgardo: Mejor me voy a la universidad, antes que siga escuchando tus necedades, Concepción.  Pero déjame decirte una cosa, Laura es mi hija, no la de esa mujer; por lo tanto, jamás hará cosa semejante, ¡JAMÁS!

Melissa G.

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    Esta #HistoriaCortaTCE incluye un extracto de la novela completa para seguirles presentando el mundo de la historia: "Tentación, Color Esmeralda".  En los anteriores relatos encontrarás también momentos de esta novela, a modo de una Introducción.  Espera la trama completa muy pronto con su 1o Parte: "Búsqueda".....

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#HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 2”.

#HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 2”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 1”.

  

    Sala de la Familia Gómez. Noche en la ciudad.

    Todos en la casa de la familia Gómez, escuchan el llamado a la puerta.  Concepción era quien estaba más cerca de ella.

-Don Edgardo: ¡Pero quién puede ser, un maleducado seguramente que viene a molestar en casa ajena la noche del sábado!

   Concepción mira por la abertura de la puerta.

-Concepción: Hablando del rey de Roma y por la puerta se asoma.  Es tu amigo, Laura, César Rosales De La Vega.

-Don Edgardo: ¡Qué hace ese tipo aquí, no le abras, yo soy el que lo va a poner en su lugar, pero desde la ventana, por donde se le atiende a los indeseados!

-Laura: ¡PAPÁ, QUÉ TE PASA, CÉSAR ES ALGUIEN QUE YO CONOZCO! ¡NI SE TE OCURRA HACER O DECIR ALGO, YO LO VOY A ATENDER!

    César volvió a tocar la puerta.

-Don Edgardo: ¡Pero qué es lo que quiere para que vuelva a tocar, lleva afán o qué!  ¡Acaso le debemos algo!

    Laura le abre la puerta, teniendo detrás a Don Edgardo y Concepción. 

-Laura: ¿César, buenas noches, qué sorpresa, qué te trae por acá?

    César nervioso, pero firme, responde:

-César: Buenas noches, qué pena contigo y los tuyos que llegue así sin avisar, pero es que necesitaba hablar contigo, Laura.   No sé si tengas unos minutos para que conversemos, aquí afuera, para no molestar.

-Laura: Claro, cómo no.  Suerte que me encontraste, estaba a punto de salir con Daniel, pero por obligaciones de su trabajo no pudo.

   Laura cierra la puerta, ante el asombro y enojo de Don Edgardo.

-Laura: Bien, ¿qué deseabas decirme?

-César: Bueno, Laura, cómo sabes tú y yo hicimos una...

   Edgardo abre la puerta y muy enojado se dirige a Laura.

-Don Edgardo:  Laura, hija,  le puede decir al señor aquí presente que si gusta, se asome a la puerta para que vea el interior de la casa y compruebe que aunque humilde, está limpia y segura; por lo que no corre peligro alguno para poder hablar contigo dentro de tu casa, ¡al estilo de la gente decente!

-César: Qué pena con usted, señor, primeramente permítame presentarme, César Ros.....

-Don Edgardo: Yo ya sé su nombre, lamentablemente la sociedad endeble en la que vivimos nos obliga a aprendernos nombres y rostros como el suyo.  ¿Qué lo trae por este ambiente extraño a usted?

-César: Bueno, lo que sucede es que deseaba conversar un asunto que me atañe con Laura y como no quería incomodar en su casa, le pedí a ella que saliera para que....

-Laura: César, no tienes que dar explicaciones, si tú no me hubieras pedido hablar aquí afuera, yo lo hubiera hecho; ya que en mi casa hay mucha interferencia y mala acústica.  ¿Verdad, tía Concepción?

    Concepción se quita de la ventana, en la cual se había posado para tratar de escuchar la conversación de su sobrina. 

-Laura: Papá, por favor, espérame adentro. 

-Don Edgardo: Está bien, pero no demores, ¡recuerda que lo que se hace en secreto tiene más cara de malo que de bueno!

    Tras cerrar la puerta, se retoma la conversación.

-Laura: César, ahora sí podemos hablar, me decías que tú y yo....

-César: Bueno, tú sabes que tú y yo hicimos una apuesta.  Si recuerdas, me dijiste que estarías dispuesta a hacer lo que yo te pidiese si no hacía nada para perjudicarte y asumía las consecuencias de mis actos.

-Laura: No me lo tienes que recordar, ya sé que te comportaste como un caballero, que fuiste más allá de lo que yo esperaba y que me has ayudado a mí y a Daniel.  También recuerdo que en esa ocasión hice énfasis que cumpliría mi promesa siempre y cuando la propuesta fuera decente.  Tenía entendido que no sabías qué pedirme, pero por lo visto ya te decidiste.

-César: Así es y eso es lo que vine a decirte.

-Laura: Bueno, habla, ¿qué quieres de mí?

-César: Primeramente, quiero decirte que te mentí,  te mentí cuando te dije que yo por nada, ni nadie, dejaría a Mercedes.

***

 -Laura: César......yo no sé qué decirte.....o qué hacer.  No sé si darte una cachetada o largarte de una vez, no sé si te estás burlando de mí en son de una broma tonta para hacerme reír o me estás ofendiendo de la manera más ruin, grosera y descarada.  No sé si....

-César: No, Laura yo sólo quiero que....

-Laura: Déjame hablar, yo guardé silencio mientras hacías despliegue de tu descaro o de tu demencia.  Qué decepción, yo había pasado de verte como un niño rico a un hombre inteligente, valiente y caballero........

Melissa G.

Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.41-Parte 3......

 Esta #HistoriaCortaTCE incluye un extracto de la novela completa para seguirles presentando el mundo de la historia: "Tentación, Color Esmeralda".  En los anteriores relatos encontrarás también momentos de esta novela, a modo de una Introducción.  Espera la trama completa muy pronto con su 1o Parte: "Búsqueda".....

 Recomendadao para ti: #ESPECIAL No. 2: "Lo mejor y lo que viene: #HistoriasCortasTCE”

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"ESPECIAL No. 2: "Lo mejor y lo que viene: #HistoriasCortasTCE”

"ESPECIAL No. 2: "Lo mejor y lo que viene: #HistoriasCortasTCE”

   Otro especial donde enlistamos las #HistoriasCortasTCE más leídas, desde la No. 31 hasta la serie que conforma el relato No. 40; cada breve narración es un extracto para que puedan dar pasos hacia la novela completa. Mucho ha pasado y los personajes se encuentran más cerca entre sí: Laura y Daniel se han adentrado en el mundo de Mercedes y César; él, el llamado “zar legal de las esmeraldas”, está conociendo a Laura la mujer, el ser humano, más allá de la “paparazzi” intrépida.  El noviazgo de ella con Daniel sigue tan tierno y genuino como siempre, pero rebasando obstáculos, mientras que Mercedes continúa contra todo, para hacer de su boda, el evento más importante.  Cada enlace enlistado los llevará a recorrer esta parte del camino; pero lo que viene es lo esperado……al final de esta recopilación, un adelanto de la historia: “Tentación, Color Esmeralda”.

Melissa G.

“Lo Mejor: #HistoriasCortasTCE más leídas de la No. 31 a la 40”.

#HistoriasCortasTCE No.31: “Al Ritmo de lasEsmeraldas-Parte 3”.

#HistoriasCortasTCE No.32: “Juntos-Parte 5B”.

#HistoriasCortasTCE No.33: “En Camino-Parte 1”.

#HistoriasCortasTCE No.34: “Estrategia-Parte 1”.

#HistoriasCortasTCE No.35: “Revelación-Parte 2”.

#HistoriasCortasTCE No.36: “Llegada-Parte 1”.

#HistoriasCortasTCE No.37: “Las Palabras-Parte 5B”.

#HistoriasCortasTCE No. 38: “Emoción Descubierta-Parte 5”.

#HistoriasCortasTCE No. 39: “Nuevo Escenario-Parte 2”.

#HistoriasCortasTCE No. 40: “Dando Pasos-Parte 1”.

#HistoriasCortasTCE No. 40: “Dando Pasos-Parte 4”.

“Lo que viene en: Tentación, Color Esmeralda”.

   Un adelanto de la trama de la novela, para darle paso a otros detalles y personajes:

…….Esa historia es de más de cuarenta años y no tiene título.  Pero te la puedo contar, porque yo fui parte de ella.

        Hace más de cuarenta años, llegaba de mi viaje por Europa a la hacienda de mi padre: Don Nicanor de la Vega.  Había recibido esa gira por Europa como regalo de graduación de la escuela, y me sentía con ganas de vivir.....

Melissa G.

Continuamos en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.41-Parte 2......

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