El inicio de la Historia: Búsqueda.

El inicio de la Historia: Búsqueda.
Una foto y un escándalo que evitar; lo demás no es tan simple a la vista.

sábado, 28 de febrero de 2015

#HistoriasCortasTCE No. 19: “My Name is Carmelo Rosales-Parte 1”.


#HistoriasCortasTCE  No. 19:  “My Name is Carmelo Rosales-Parte 1”. 


Invierno en la Ciudad de Boston.  Lujosa Residencia  de la localidad.

   Dorothy McDowell de Rosales era una mujer norteamericana terminando sus cincuenta, muy bien conservada, de expresión dura y seria.  Al teléfono desde su residencia en Boston, en una exclusiva zona de la localidad, prosigue su conversación con César, en un español que evidenciaba dominio por los años, pero todavía permanecía su acento norteamericano y una que otra frase intercalada en inglés cuando le fallaba el castellano. 


-.....I’m fine, César,...bueno.....no tan bien.....Tu tío Carmelo se fue a una fiesta de tu tía Dalia, por tu boda, en Miami.....Is that true?....¿Es eso cierto?  Dorothy se había casado con Carmelo Rosales, el hermano menor de Fabriciano y de esa forma había entrado al mundo de las esmeraldas colombianas y al de los Rosales De la Vega.  Dorothy con los años había aprendido que a su marido lo tentaban las mujeres más que las gemas de color verde a un minero dentro de un túnel.  Ya eran muchos años de matrimonio conservados a base de empeño, seguimiento a los pasos de Carmelo y su correspondiente desgaste.  Dorothy todavía no terminaba con la constante investigación de las andanzas de su marido y en esta ocasión César era el medio para comprobar la veracidad de las palabras de Carmelo.
   De vuelta a Bogotá César al celular trataba de encontrar las mejores palabras para darle una respuesta a Dorothy sin dejar mal a su tío Carmelo.  Arístides Kosmas, el amigo de César, lo observaba cuando él trataba de defender al hermano de su papá: -Bueno, Dorothy, la verdad es que yo directamente no estoy informado sobre una fiesta en honor a mi boda en casa de mi tía Dalia allá en Miami.....pero es que tienes que entender que las que manejan ese tipo de información son Mercedes o mi mamá.  Lo más probable es que sí se haya organizado una fiesta en casa de mi tía Dalia y de seguro el tío Carmelo se fue para Miami a asistir a ese compromiso familiar.....Dorothy al escuchar la respuesta de César, dice:  -Puede que sí haya fiesta en tu honor, César, allá donde vive Dalia en Miami, pero no se por qué Carmelo no me llevó a ese evento.  I don’t get it? I’m his wife, soy su esposa.  César guardó silencio ante esas palabras y trató de encontrar la mejor respuesta posible:  -Bueno, Dorothy, a lo mejor el tío Carmelo decidió al último segundo asistir a ese compromiso en Miami y no quiso incomodarte con ese viaje si ustedes dos van a tener que venir de Boston a Bogotá para mi boda, suficiente tienen con ese compromiso, ¿no crees?  Dorothy seria dice:  -Pues, voy a ver qué pasó aquí, si hablas con tu tío, dile que voy por la verdad.  I’m going to find the true! Dorothy cierra el teléfono y César sólo le comenta a su amigo Arístides:  -El tío Carmelo está en tremendo problema.  Se le perdió a su esposa Dorothy y creo que le dijo una mentira usando una coartada de una supuesta fiesta en honor a mi boda con Mercedes en la casa de Miami de mi tía Dalia.  Arístides sonriendo, dice:  -Ay, ese tío tuyo, ese Don Carmelo, no se cansa de sus travesuras, un día de estos lo van a atrapar, caramba.

   Arístides no se equivocaba en su afirmación, Carmelo Rosales caminaba al borde del peligro por dejarse tentar tan fácilmente.  Por una paradisíaca playa de Miami Beach, el tío de César vestía apropiadamente para el clima tropical, mientras que bebida en mano deleitaba su vista con la inmensidad del mar.  Sus ojos saltaron de la impresión, más incluso que cuando veía esmeraldas en un túnel en sus tiempos de juventud minera.  Ante lo que había descubierto, Carmelo sólo pudo exclamar: ¡Una sirena!


Continuará en la próxima #HistoriasCortasTCE No.19-Parte 2….

Melissa G.

#HistoriasCortasTCE que puedes leer también:

#HistoriasCortasTCE: No. 2: La foto casi perfecta de César yMercedes.

#HistoriasCortasTCE No. 3: "El anillo de esmeraldas de Fabriciano".

#HistoriasCortasTCE No. 10: La Cava de Don Nicanor.

#HistoriasCortasTCE No. 11: ¡A LA MINA LA PRÓSPERA!
#HistoriasCortasTCE No. 13. “Los Viejos Tiempos de la Guaquería”. 
#HistoriasCortasTCE No. 16-Parte 1: “La Suerte de las Esmeraldas”.


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miércoles, 18 de febrero de 2015

#HistoriasCortasTCE No. 18: “La Mano Derecha de Fabriciano-Parte 2”.


#HistoriasCortasTCE No. 18:  “La Mano Derecha de Fabriciano-Parte 2”.

  
     Finalmente, el enigma era descubierto ante los ojos de todos los que estaban atentos a lo que sucedía.  Honesto Vargas llegaba al restaurante y localiza con su mirada a Gutiérrez, hacia el cual camina, sin dejar su perspicaz sonrisa de su rostro.  Ni los años habían borrado del abogado y también contrabandista de esmeraldas de Honesto su peculiar manera de sonreír.


   César y Arístides se percatan de la llegada de Honesto y afortunadamente éste pasa de largo de la barra del bar hacia la mesa de Gutiérrez, sin darse cuenta de la presencia del hijo mayor de Fabriciano y su mejor amigo.  Arístides le advierte a César que la retirada era lo más prudente:  -César, mejor es que salgamos, no nos vaya a ver Honesto Vargas.  De seguro usted no querrá tener que forzosamente saludar a ese tipo por una cuestión de educación y mucho menos querrá que lo que vayan a hacer Honesto y Gutiérrez, se vea encubierto al percatarse de nuestra presencia.  Dejemos que se confíen y que se lleve a cabo la transacción.  Lo más seguro es que el maletín es para Honesto Vargas, dentro debe haber o una esmeralda o dinero en efectivo.  La razón de este pago si es algo más difícil de determinar, pero obviamente es por alguna solicitud que le habrá hecho tu padre.  César dice ante la opinión de su amigo: -Tienes razón en todo lo que dices, mejor salgamos, que se confíen, pero esperémoslos afuera del restaurante, para comprobar la teoría.
    César y Arístides se retiran, a la par que en la mesa de Honesto y Gutiérrez llegaban unos tragos para cada uno, mientras el abogado y contrabandista de esmeraldas dice: -Lo que más me agrada de Fabriciano como cliente es su puntualidad en los pagos.  Es que así son los grandes hombres de verdad:  Serios para los asuntos de negocios.  Por eso hemos sido amigos desde hace muchos años, Gutiérrez.  Tu jefe y yo somos casi como hermanos, pero siempre he sabido que él es el que manda, je, je, je.  Gutiérrez frío y serio dice:  -Es que así debe ser.  Doctor Vargas, sólo vine a entregarle la encomienda de Don Fabriciano, lo mejor es que la tome, está a su alcance.......Honesto entiende qué significaban esas palabras y busca el maletín junto a la silla de Gutiérrez.  Éste se disponía a ir, pero Honesto rápidamente lo detiene, a la par que abre el maletín.  –Un momento, Gutiérrez, sólo por precaución, hasta los más caballeros tienen un despiste.....
    El interior del maletín guardaba una exquisita esmeralda tallada, a lo que Honesto dice:  Ya puedes irte Gutiérrez, mándale mis saludos a Fabriciano.  Gutiérrez asienta con la cabeza y se retira. Fuera del restaurante, Gutiérrez se dirige a uno de los autos de Fabriciano, prestado por él para la encomienda.  César y Arístides cuidadosamente observan la escena. 

    Los ojos verdes de César captan la ausencia del maletín, ante lo cual dice: -Salió sin el maletín, Gutiérrez salió sin el maletín.  Arístides añade:  No quiero preocuparlo, amigo, suficiente tiene con lo de la boda con Mercedes de la cual no está tan convencido, pero si su papá le paga con un maletín a su abogado de cabecera, es que Honesto Vargas no quiere como mínimo declarar impuestos de esas ganancias...en pocas palabras, esto es un asunto chueco.  César molesto dice:  ¡Y mi papá que se presta para algo así, de seguro que Honesto se lo pidió como un favor! Qué mejor que recibir efectivo o una esmeralda, eso es ganancia pura.  Arístides añade: -Honesto Vargas es un viejo lobo, César; con todo respeto, ese hombre sabe manejar sus intereses, incluido tu padre.......


   César se mostraba preocupado, pero fue interrumpido por su celular.  Lo tomó y al ver la pantalla, contesta en inglés:    Hello...........Hi, Dorothy, how are you?

Continuará en la próxima #HistoriasCortasTCE No.19-Parte 1…..

Melissa G.


#HistoriasCortasTCE que puedes leer también:


Extracto de la #NovelaTCE No. 1: “Gutiérrez en la Oscuridad”
#HistoriasCortasTCE No. 3: "El anillo de esmeraldas de Fabriciano".
#HistoriasCortasTCE No. 11: ¡A LA MINA LA PRÓSPERA!
#HistoriasCortasTCE No. 13. “Los Viejos Tiempos de la Guaquería”.
#HistoriasCortasTCE No. 15-Parte 1: “Los Tesoros de Doña Matilde”.
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jueves, 12 de febrero de 2015

#HistoriasCortasTCE No. 18: “La Mano Derecha de Fabriciano-Parte 1”.



#HistoriasCortasTCE No. 18:  “La Mano Derecha de Fabriciano-Parte 1”.


Bogotá.  Instalaciones de un prestigioso restaurante de la localidad. Presente.

   Camilo Gutiérrez hace entrada en el restaurante-bar donde se encontraban César y Arístides.  Ellos dos lo ven pasar con un maletín en mano, en dirección a una mesa del lugar.  La mirada de los ojos verdes de César siguieron muy de cerca los movimientos de Gutiérrez, a lo que Arístides reacciona, diciendo: -¿César, qué crees tú que puede estar haciendo Camilo Gutiérrez con un maletín en este restaurante? César enfático dice: -No sé, por eso me sorprendió su presencia aquí, pero hay muy buenas posibilidades que se trate de un pedido de mi padre.  Claro que el movimiento éste todo sospechoso de la llegada de un tipo como Gutiérrez con un maletín que seguramente no es suyo, no me agrada para nada.  A veces me pregunto por qué mi papá confía tanto en ese hombre, míralo nada más, su sola cara te dice que estamos hablando de alguien sin escrúpulos, pero con un aire de hipocresía. 

    Arístides concuerda con su amigo y agrega:  Eso es cierto, como también es cierto que tu papá ha sabido invertir dinero en la imagen de su sospechosa mano derecha.  Gutiérrez se viste bien, muy elegante para encajar en ambientes como éste; él aparenta más ser una especie de secretario privado que lo que es: Un tipo de malos pasos que tu papá contrató como asistente.  César dice ante el comentario: -Ni me lo recuerdes, Arístides.  Lo peor de todo es que sé que Gutiérrez y Ernesto se han aliado en varias ocasiones, sólo para taparle a mi querido hermano sus fechorías.  Arístides dice: -Bueno, es que es la combinación perfecta. Ernesto es un bribón, Gutiérrez le cubre sus bribonadas, Ernesto se salva por un tiempo de las consecuencias de sus actos, Gutiérrez saca un “dinerito” extra.  El negocio perfecto.  César contesta:  -Pues, voy a tener que intervenir para ver cómo interrumpo esa asociación.....Tras esas palabras, César y Arístides continuaron observando a Gutiérrez con sumo cuidado, hacia la mesa en donde se encontraba.
   La descripción que habían dado el par de amigos sobre Camilo Gutiérrez no podía ser más precisa.  Él era un hombre de oscuro pasado, con expediente policiaco borrado gracias a las influencias del importante empresario de las esmeraldas nacionales Fabriciano Rosales; pese a eso, su imagen física y su vestimenta aportaban a las apariencias.  Por los elegantes pasillos de la empresa de la familia Rosales De la Vega, Camilo Gutiérrez no parecía desentonar; fácilmente se confundía entre el personal administrativo, especialmente cuando le tocaba seguirle los pasos a su jefe Fabriciano, cuando  éste daba una ronda por la compañía.  A través del viejo ex minero Rosales, Gutiérrez había entrado a un mundo sumamente tentador: Al mundo de aquellas atractivas piedras preciosas de color verde que le cambian la vida a cualquiera.  

    Todo cambió para Gutiérrez, pero de cierta forma, todo seguía siendo muy parecido.  Él era una mezcla entre finura y vida delictiva, su cabello castaño, tez clara y elegante vestido lo convertían en un hombre interesante demasiado cerca del poder de Fabriciano; quien un día fue un prototipo de lo que era su mano derecha: Un minero de ojos celestes, cabellos rubios, actitud desenfadada, que se casó con la hija del dueño de la concesión de la mina La Próspera.  Quizás la proximidad y el parecido entre Fabriciano y sus indispensable asistente, no le hacía ver peligro alguno; pero colocar a un hombre de tal calaña cerca del viejo ex minero era un asunto digno de preocupación.  Fabriciano podía recibir una acción en contra, igual a las que él hacía en su juventud desenfrenada. Es que el actuar de Gutiérrez era sigiloso, callado, pero siempre con una intención guardada.  Gutiérrez había aprendido que guardar silencio mientras Fabriciano hablaba, le había valido su descuidada confianza.  El pasado de su jefe era la esmeralda más valiosa que él había encontrado en medio de la familia Rosales De la Vega. Esa misma forma de proceder, Camilo Gutiérrez la aplicaba a su espera en la mesa del elegante restaurante. 

    Callado, casi inmóvil en la silla, con un vaso de agua como única bebida, Gutiérrez aguardaba la otra parte de su encomienda.  El maletín de sospechosa procedencia se mantenía en el piso, a un lado, casi debajo de la mesa, pero lo suficientemente a la mano para tomarlo en el momento debido. A la entrada del lugar, llegaba la persona que se escondía detrás de la encomienda que Don Fabriciano Rosales le confió a su mano derecha….



Continuará en la próxima #HistoriasCortasTCE No.18-Parte 2…..

Melissa G. 


#HistoriasCortasTCE que puedes leer también:

Extracto de la#NovelaTCE No. 1: “Gutiérrez en la Oscuridad”
#HistoriasCortasTCENo. 3: "El anillo de esmeraldas de Fabriciano".
#HistoriasCortasTCENo. 11: ¡A LA MINA LA PRÓSPERA!
#HistoriasCortasTCENo. 13. “Los Viejos Tiempos de la Guaquería”.
#HistoriasCortasTCENo. 16-Parte 1: “La Suerte de las Esmeraldas”.

jueves, 5 de febrero de 2015

#HistoriasCortasTCE No. 17: “EL Amigo del Zar de las Esmeraldas-Parte 2”.


#HistoriasCortasTCE No. 17: “EL Amigo del Zar de las Esmeraldas-Parte 2”.


   Los ojos verdes de César durante los segundos que guardó silencio por la pregunta que hizo Arístides contaron la verdad sobre su relación con la hermosa y distinguida ex reina de belleza Mercedes De las Casas. El súbito asombro en su iris de tonalidad verdosa ante una interrogante que debía ser contestada con una relajada y animada afirmación, guardaban las múltiples veces que César discutió, se frustró, se desanimó y hasta se desesperó por la actitud de su afamada prometida. Mercedes era una mujer que no estaba
acostumbrada a dialogar, pero sí a utilizar sagacidad en sus respuestas, especializándose en reclamar y hasta desprestigiar a su novio y ahora prometido.
Ella fue conocida en sus tiempos de reinado por su capacidad de dar respuestas rápidas, acompañadas de su mirada de encantadores ojos verde azulados.
      

    Demasiadas veces ya, los ojos verdes de César se encontraron con una dura y fría mirada verde azulada de Mercedes, mientras ésta le gritaba, la hacía reclamos, escenas de celos y lo que a ella más le gustaba hacer: Amenazarlo recordando la amistosa relación de su familia: Los poderos De las Casas Iturre, con la familia de él: los peculiares Rosales De la Vega.


     En el restaurante bar de la localidad, tras un parpadeo, César ante la pregunta de su amigo Arístides, responde vacilando:  -¡No, no, no es eso....sólo es que......tú sabes, Arístides, uno no siempre se siente como uno lo planeaba y eso frustra! Arístides añade:  -Ah, entonces no te sientes bien a lado de Mercedes.....César espontáneo y en confianza, responde: -Arístides, son muchos años, cinco años juntos y quizás hay un desgaste que queremos solucionar con la boda más pública con la que jamás hubiera soñado o querido; a mí me hubiera encantado una ceremonia íntima en la hacienda y punto, ¡pero lo que son Mercedes, mi mamá y los papás de ella han tomado esto como la oportunidad para apantallar! Mi idea de mi vida futura, es compartir con la mujer que amo, la hacienda La Casona.

    Me veo ahí con mi esposa, compartiendo tranquilos los fines de semana, las montañas de la zona esmeraldífera en el fondo y sólo ella y yo, mi esposa y yo, por los jardines donde mi abuelo Nicanor, me hizo ver que mi felicidad podía tener ese lugar como refugio.  ¡Pero qué es lo que he tenido, Arístides:  Un ejército de gente dándome indicaciones de todo tipo para el gran evento que todos los De las Casas y mi madre han diseñado sin considerar que yo sólo quiero estar tranquilo, sin que nadie me esté viendo o preguntando nada!
    Arístides señala un punto importante: -Bueno, no olvide en la lista a su viejo, a su papá; Don Fabriciano está también muy interesado en que esa boda se efectúe, le ha caído como anillo al dedo por sus intenciones políticas; quizás eso es lo que lo está presionando más hermano, si usted no se casa, a su papá no le va a gustar la idea....¿o me equivoco? César responde:  -Yo no me estoy casando con Mercedes por mi papá, sino porque quise unir mi vida con esa mujer y punto.  Mercedes me conoce, son muchos años juntos, entiende del negocio de las esmeraldas, es culta y fina, muy hermosa......-Pero nada de eso te está haciendo feliz, César, se atreve a decir Arístides.  César con esas palabras, se disculpa un poco con su amigo: -Arístides, perdóneme, a veces me escucho y parezco un chiquillo inmaduro ante ti, cuando has pasado por cosas tan difíciles, como perder a tu esposa....Perdona que lo mencione, pero es para darme cuenta que no tengo razones para sentirme tan insatisfecho; yo lo admiro a usted por superar tantas cosas, criar a dos hijas solo, ¡yo ni puedo conmigo mismo, imagínese lo mal que estoy!    
     Arístides le da una palmada a su amigo César en la espalda y dice: -Tranquilo, César, los amigos estamos para escuchar y entender; además, en medio de esto, sé que está su hermano Ernesto, aunque sea para irritarlo.  No digo que él tuvo algo que ver en este asunto del chisme en la revista, pero es obvio que no obtuvo esa información por casualidad.  Se lo digo en calidad de su abogado.

      Ernesto muy probablemente le sigue los pasos, para verlo resbalar, como siempre lo ha hecho. César con decisión, dice: -¡Pues se va a quedar esperando Ernesto, jamás le voy a dar ese gusto! Lo único que tiene contra mí es un chisme de revista, qué patético...Arístides en son de chiste, dice: -Bueno, sólo cuídese de no caer nuevamente en las garras de alguna publicación de ese tipo, con la suficiente perspicacia para ver más allá de las apariencias.....se lo digo por su bien, César.  
    César confiado y hasta un poco altivo, responde: -No te preocupes, Arístides, yo sé cuidar mis pasos muy bien, ningún otro amarillista va a tener pie para publicar una patraña más....Arístides se atreve a decir: -O quizás una verdad escondida.....César guardó silencio, para luego cambiar la conversación ante la llegada de alguien al restaurante.  Intrigado, dice: ¿Qué hace Gutiérrez aquí? 

Continuará en la próxima #HistoriasCortasTCE No.18-Parte 1…..

Melissa G. 


#HistoriasCortasTCE que puedes leer también:

#HistoriasCortasTCE: No. 2: “La foto casi perfecta de César y Mercedes”.


#HistoriasCortasTCE No. 3: "El anillo de esmeraldas de Fabriciano".

#HistoriasCortasTCE No. 6: “De a Tres en el Cincuenta y Dos”.

#HistoriasCortasTCE No. 7: “¡Ámame, Laura!”

#HistoriasCortasTCE No. 8: “Ver unos ojos verdes”.

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