#HistoriasCortasTCE No. 45: “En
Acción-Parte 5”.
Viene de: #HistoriasCortasTCE No.45: “En Acción-Parte 4”.
Cafetería de la localidad, ciudad Capital. Mesa que ocupaban Laura y Daniel.
Laura muy
nerviosa y confundida, hablaba con Daniel.
-Laura: Daniel, yo estoy en un momento en el
cual no me entiendo. No sé en qué lugar
estoy parada, no sé a dónde voy y creo que todo esto está repercutiendo en
nuestra relación. A veces, me veo
caminando hacia un lado contrario al que tú estás, pero no he sido lo
suficientemente sincera para confesarte esto.
No creo que sea justo que estés sintiéndote culpable, cuando soy yo
quien no ha dicho cómo me siento. Creo
que tú estás haciendo un esfuerzo muy grande para hacerme feliz y yo en mi
confusión; no lo he apreciado. Daniel,
me parece que te estoy haciendo perder el tiempo, no te merezco...
-Daniel: Amor, cómo así que no me mereces,
todo lo contrario; tú eres lo más maravilloso que a un hombre le pueda pasar,
tú eres más que el sueño de cualquiera, tú eres el amor de mi vida.
-Laura: Daniel, yo necesito un tiempo, para
poder poner mi mente en orden. Yo
necesito que...
-Daniel: No, mi amor, no me digas que
quieres terminar. Sé que fue un egoísmo
de mi parte lo de la otra noche; pero no me digas que todo se acabó por mi
torpeza. De rodillas (incorporándose
para arrodillarse), te pido que me des una oportunidad, por nuestro amor, por
estos dos años, por lo que hemos vivido y compartido; dame la oportunidad de
redimirme. Tú sabes que yo no te voy a fallar.
-Laura: ¡Daniel, por Dios; no tienes que
hacer nada de esto! Mira, no se trata
que terminemos, y lo digo precisamente por esos dos años que tú mencionas. Lo que necesito, es un tiempo, para ver si
descubro a la Laura que una vez estaba clara que lo que más deseaba era estar
contigo. Eso sólo lo puedo hacer, si tú
me permites darle una pausa a lo nuestro.
Por respeto a lo que hemos vivido, no me atrevo a decirle “fin” a
nosotros dos; pero sí necesito saber dónde estoy. De nada vale que yo te engañe
y tú sigas creyendo que estás junto a alguien que es digna de tu amor. Yo en estos momentos no lo soy...no lo soy.
-Daniel: Laura, por favor...Esto no es
necesario....no......
***
Zona Esmeraldífera. Poblado de la región.
Don Fabriciano
caminaba por el poblado que albergaba la mina LA PRÓSPERA. Con las montañas de
fondo, el aire rústico de las casas y las artesanías por todos lados expuestas
a la venta; las calles de ese mágico lugar eran el escenario para que el ex
minero se reuniera con viejas amistades.
Fabriciano divisa
a un hombre de su edad, pero menos entero y ágil que él. Lo llama para que venga a su encuentro.
-Fabriciano: ¡Juan, Juan! ¡Qué, se te olvidó
el rostro de tu amigo de parranda!
El hombre se
acerca hasta Fabriciano.
-Juan: ¡Fabriciano Rosales, rato de no
verte! Para qué te pregunto cómo estás,
eso lo sabe medio mundo; mejor que todos los que alguna vez trabajamos en LA
PRÓSPERA como mineros.
-Fabriciano: Hombre, trato de
conservarme. ¡Mira que es mejor ser
joven que viejo, se goza mejor! Y qué es
de tu vida, viejo amigo.
-Juan: Yo tranquilo en mi casa, pasando los
achaques de mi espalda de minero. Hace
poco regresé de ver a mi hijo en la capital, pasé unos meses con él y mis
nietos. ¡Ellos son mi dicha!
-Fabriciano: Ah, eso explica por qué hace rato no te veía por aquí. Mira, te estaba buscando para hacerte una pregunta. Te la voy a hacer confiando en los años que llevamos de conocernos, en todos los tragos que nos hemos tomado juntos, en la *pela de mujeres que correteamos y en el sudor que derramamos en la mina La Próspera. ¿Qué has sabido de Evaristo y su esposa?
*pela: Vocablo del lenguaje popular de los mineros.
Buena cantidad de alguna cosa
-Juan: Nada en verdad, lo mismo que tú sabes
y que te he contado durante todos estos años.
Ambos tranquilos, en la tienda que pusieron juntos en la costa, con la
plata que él sacó cuando se huaqueó con esa buena pieza que sacó de la mina,
hace tantos años atrás. Tienen una vida
tranquila como la mayoría de las personas de nuestra edad y nietos por el hijo
adoptado de ellos dos. ¡Qué más quieres saber!
-Fabriciano: Bueno, cualquier otra vaina que
sepas. Por ejemplo, ¿has vuelto a ver a
la esposa de Evaristo?
Melissa G.
Continúa en la siguiente
#HistoriasCortasTCE No.46-Parte 1......
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