#HistoriasCortasTCE No. 38:
“Emoción Descubierta-Parte 4”.
Viene de:
#HistoriasCortasTCE No. 38: “Emoción Descubierta-Parte 3”.
Tocador de damas-Restaurante de la localidad-Noche
en la ciudad.
Laura se echaba agua sobre su rostro,
sentía que estaba en un ambiente irreal.
Se mira al espejo cómo tratando de entender si fue verdad o era producto de su imaginación
aquellas palabras que pareció haber entendido de los ojos de César.
Mercedes terminó de completar su aterrizaje
al mundo real.
-Mercedes: Laurita, no te ves nada bien. Pareces un
fantasma o quizás viste a uno mientras bailabas con tu novio. ¿Quieres que te mande a pedir alcohol para
reanimarte?
-Laura: No, gracias.
Mercedes empieza a arreglarse frente al
espejo.
-Mercedes: Sabes, lo que más
ama César de mi rostro son mis ojos. Él mismo dice que son sus esmeraldas más
preciadas. Los tuyos son qué, café, más bien
negros.
-Laura: Sí, mis ojos son
realmente negros. ¿Y los tuyos son
reales?
-Mercedes: Por supuesto.
Laura observa el hermoso brillante de
compromiso de Mercedes. Ella lo nota.
-Mercedes: Qué, te gusta mi anillo....
-Laura: Más bien, me resulta curioso.
-Mercedes: Sí, por qué.
-Laura: Porque no tiene ni
una sola esmeralda. Para ser la mujer
del zar “legal” de las esmeraldas, porque así apodan a César en el medio, una
como mínimo debe tener un anillo de compromiso de esmeraldas.
-Mercedes: Bueno, sí, ésa
era una idea de César; pero yo soy de gusto clásico y el diamante es el
diamante.
-Laura: Pero la esmeralda se
relaciona con César.
-Mercedes: ¿Qué me quieres
decir entonces?
-Laura: Sencillo, que tu
compromiso matrimonial no tiene nada que
ver con César.
Mercedes comprendiendo la indirecta, lanza
el contra ataque.
-Mercedes: Depende de cómo
se vea. Mira, las esmeraldas son piedras
preciosas, muy costosas. Nadie dudaría
que yo puedo llevar una esmeralda, por lo que nadie duda que puedo o mejor
dicho, soy la mujer de César. Todo es
una cuestión de ubicación, para objetos excepcionales como las esmeraldas,
gente excepcional. En conclusión, lo
corriente no se mezcla con lo especial, desentonan, se ve demasiado forzado y
falso.
-Laura: Tienes razón,
Mercedes, cada cosa en su lugar. Porque cuando algo no concuerda con la otra
parte, tarde o temprano se sabe la verdad; y el escándalo no se puede frenar.
Laura sale del tocador, dejando atrás a la
enfurecida Mercedes que no se recuperaba de la pedrada que le lanzaron con esa
profunda verdad. Sale, con el frenetismo
que le caracteriza, tras la periodista con la más profunda de las intenciones
de humillarla; pero de repente una pérdida de equilibrio la detiene.
-Mercedes: Maldita desgraciada......¡Ay!
Poco faltó para que la enfurecida mujer
volviera a caer, esta vez no fue un tropiezo con otra persona, sino el tacón de
su zapato que se despegó. Ante la
incredulidad de que su costoso calzado le estuviera haciendo esto, no tuvo más remedio
que tragarse las ganas de insultar a Laura.
César vino a su rescate.
-César: ¿Qué te pasó?
-Mercedes: ¡Mira, mi
zapato! ¡Se le desprendió el tacón, qué
vergüenza!
-César: No seas tonta, a
cualquiera le pasa. Ven, vámonos a
despedirnos que Daniel y Laura ya se van.
-Mercedes: Primeramente, ni
yo, ni los zapatos que compro son cualquier cosa. Y en segundo lugar, si Daniel y Laura se van,
¡pues que se vayan, no son los reyes de España para tener formalismos con
ellos!
-César: Tú los invitaste,
¿cierto?, entonces sé la anfitriona que siempre has sido y con todo y zapato
roto ve a despedirte.
Melissa G.
Continúa en la siguiente
#HistoriasCortasTCE No.38-Parte 5......
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