El inicio de la Historia: Búsqueda.

El inicio de la Historia: Búsqueda.
Una foto y un escándalo que evitar; lo demás no es tan simple a la vista.

jueves, 27 de abril de 2017

#HistoriasCortasTCE No. 44: “Conquista-Parte 2”.


#HistoriasCortasTCE No. 44: “Conquista-Parte 2”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No.44: “Conquista-Parte 1”.

 Noche en la Ciudad.  Restaurante popular de la localidad.

    Ante el asombro de todos, César trató de introducirse.

-César:  Qué pena, Laura, parece ser que interrumpo la reunión.  Lo que pasa es que te vi y quise ir a saludarte.  Daniel, cómo estás.....Don Edgardo.....

-Laura:  No te preocupes, César, siéntate por favor.

   Doña Amalia, la madre de Daniel,  le explicó a César el motivo de la reunión.

-Doña Amalia:  Estamos celebrando el cumpleaños de Don Edgardo.


-César:  ¡No, ahora sí que me muero de la pena! ¡No lo sabía, Don Edgardo, felicidades!

-Don Edgardo:  Gracias, pero siéntese, mira que aquí no miramos mal a nadie si no trae regalo a un cumpleaños.  Porque los ricos sí, si uno va una fiesta y no lleva regalo lo miran a uno como un leproso.  Porque para ellos las fiestas no son para compartir con los amigos, son para que los vean y les traigan regalos.  Y no puede ser cualquier regalo, no...hasta le dicen a uno dónde comprarlo o  peor....¡hasta plata en efectivo piden los condenados!  Qué falta de educación, qué sucede si uno quiere hacer el regalo a mano por ejemplo....¡NO, ELLOS QUIEREN PLATA, LE DICEN A UNO EN POCAS PALABRAS QUE UNO NO SABE NI REGALAR!

-Compadre:  ¡Eso es verdad!

-Laura:  Papá, ahórrate esos comentarios.  Pueden resultar algo incómodo para los presentes.

-César:  No te preocupes, Laura, tu papá tiene un buen punto.  Y es más, yo opino al igual que él que uno debe hacer las fiestas pues para compartir, el poder uno mismo construirse un rato agradable con la gente que uno quiere, vale más que una lista de regalos a pedir.  ¿No lo cree, Don Edgardo?


-Don Edgardo:  Pues sí, para eso son las fiestas, para compartir, para ser felices.  Pero hasta eso los ricos le quitan a uno, porque los ricos rigen el mundo a su voluntad y ponen reglas inalcanzables para que ellos sean vistos como dioses y el resto como basura.  Ellos dicen cuánto pueden pagar por algo, qué tan numeroso debe ser la cuenta bancaria personal de uno, cómo uno debe vestirse, qué carro uno debe tener, cuántos países uno debe conocer, a qué sociedades debe uno pertenecer....Y cada día ponen más imposibles para que no salga de pobre nadie.  ¡ELLOS GOBIERNAN EL MUNDO, ESO NADIE LO PUEDE NEGAR!

-Compadre:  ¡Eso es cierto, eso es cierto!


-Laura:  ¡Papá, cambia el tema, lo que estás diciendo puede ofender.....!

-Don Edgardo:  Y qué, ahora resulta que porque llegó este caballero aquí uno no puede hablar, qué culpa tengo yo que él sea rico;  yo tengo derecho a decir lo que pienso. ¡Es mi cumpleaños!

-Compadre:  ¡Sí, es el cumpleaños del compadre!

-Laura:  ¡Qué horror, qué pena contigo, César; no le hagas caso a mi papá!

-César:  No te preocupes, Laura,  no veo porque eso ofenda a alguien aquí presente.  Tu papá está hablando de los ricos....ahora, hay que ver quiénes entran dentro de esa categoría.  Por lo menos, para mí, siempre hay alguien que tiene más plata que uno; además, yo creo que todos los presentes aquí tenemos que ir a trabajar mañana, y hasta por el resto de nuestras vidas para cuidar la plata que tenemos o la que todavía no hemos ganado y vamos a necesitar.  Eso es lo que yo personalmente odio del dinero, siempre se puede acabar.  


-Daniel:  Mejor es que no sigamos con el mismo tema que no nos va a llevar a nada, estamos en una fiesta, hay que hablar de cosas más agradables. Qué les parece...

    Casi gritando y derramando varios vasos, Don Edgardo exclama:

-Don Edgardo:  ¡Daniel, tienes razón; pero qué puedo hacer si hoy, un día como hoy, MARTA SE FUE, SE LARGÓ CON ESE HOMBRE DE PLATA Y ME DEJÓ A MÍ Y  LAURA!  Se fue con un millonario y a mí me dejó en la mayor de las miserias, en las tinieblas que sólo un hombre que lo ha perdido todo puede saber cómo son!

-Compadre:  ¡Terribles, son terribles!

-César:  ¡Pero entonces, Don Edgardo, usted debe ser un genio de las finanzas y las inversiones!

   Todo el mundo quedó extrañado y sorprendido.


-Don Edgardo:  ¡SE ESTÁ BURLANDO DE MÍ, ME VIO CARA DE BUFÓN REAL A MERCED DE SU MAJESTAD!  ¡EL PAYASO PRIVADO DEL CIRCO DE LOS ZARES!



Melissa G.

Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.44-Parte 3......

📗✍️ ¡“Tentación, Color Esmeralda: Búsqueda”, la 1º parte de la historia ya es una realidad!

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Esta #HistoriaCortaTCE incluye un extracto de la novela completa para seguirles presentando el mundo de la historia: "Tentación, Color Esmeralda".  En los anteriores relatos encontrarás también momentos de esta novela, a modo de una Introducción.  


Recomendado para ti: #ESPECIAL No. 2: "Lo mejor y loque viene: #HistoriasCortasTCE”.



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jueves, 20 de abril de 2017

#HistoriasCortasTCE No. 44: “Conquista-Parte 1”.


#HistoriasCortasTCE No. 44: “Conquista-Parte 1”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No.43: “Claridad-Parte 5”.

Noche en la ciudad.  Restaurante de Comida Popular.

    Para suerte de César, la comitiva festiva llega a un restaurante de comida popular.  En una mesa larga todos escuchaban a Don Edgardo, quien relataba sus historias con el tono de un borracho desconsolado;  Laura estaba a punto de estallar y Daniel no veía forma de tranquilizarla.

-Don Edgardo:  ¡La vida es una crueldad, es la más mala de las mujeres!  ¡Porque las mujeres son el demonio mismo, pero vestidos de ángeles!

-Compadre:  ¡Eso es cierto, compadre, eso es cierto!

-Don Edgardo: Así era Marta, todavía recuerdo esa fiesta, allá en su pueblo, en La Costa.  Yo acababa de sacar mi título, pensaba que me comería el mundo con él, y me invitaron a un baile donde vi a la mujer más espectacular, a una diosa que ninguna poesía que hasta ahora haya leído pudiera describirla a cabalidad.




-Compadre:  ¡Eso es verdad, Marta era bien bonita, la desgraciada!




-Don Edgardo:  Ella era perfecta, divina, encantadora; por eso nadie se atrevía a sacarla a bailar.  Y yo, Edgardo Gómez, me propuse hacerlo, de cincuenta, no..., de casi cien hombres en esa fiesta; sólo yo tuve el valor de sacarla a bailar y al mes....¡Oigan bien, al mes; estaba frente a un cura casándome con ella!  ¡Todo era perfecto, hasta un día como hoy que me escupieron la cara!

-Compadre:  ¡Sí, ese día todo se fregó, compadre, todo!

    Concepción aclara a los comensales quién era Marta.  Quería provocar a Laura. A la vez que Concepción hablaba, se oí a Don Edgardo gritar: 

Voz de Don Edgardo:  ¡Marta, por qué te fuiste, por qué!


-Concepción:  Marta era la madre de Laura, una mujer muy ligera siempre de ropa y valores.  ¡Una zorrita vestida de liebre que se encontró con un tonto que la sacó de la choza donde vivía! Ese tonto, fue mi hermano Edgardo.......

-Laura:  Ahórrese las descripciones y los comentarios, tía Concepción, por qué no mejor le dice a mi papá que deje de torturarse de la manera en que lo está haciendo.  ¡Todos los años lo veo en lo mismo, no hay razón para que se desgaste así!

-Concepción: ¡Él tiene derecho a desahogarse, bastante ha sufrido por la irresponsabilidad de esa mujer!

-Laura:  Sí, pero no se gana nada con revivir semejante recuerdo tan doloroso, no sólo para él......sino para mí también.  ¡Yo no me puedo quedar aquí a escuchar todo esto, me voy!

    Laura se dispone a levantarse de la mesa, Don Edgardo reacciona cual borracho nostálgico.

-Don Edgardo:  ¡Qué, también me vas a abandonar, Laurita, tú también me vas a dejar en este día, igualito que Marta!  ¡Tú también, hijita, TÚ TAMBIEN!  ¡TÚ NO, TÚ ERES BUENA, TÚ NO ME PUEDES ABANDONAR!

-Compadre: ¡No, ahijada, no seas como Marta, no dejes a tu papá!

    Ante los sollozos del borracho Edgardo, Laura duda en irse. 








***
  
   Don Edgardo seguía con su relato:

-Don Edgardo:  Marta ese día tenía un traje verde....o amarillo.  Hija, ¿de qué color era el traje? 

-Compadre:  ¿Tú te acuerdas, Laurita, de qué color era el traje de Marta?


-Don Edgardo:  Bueno, estaba tan bien arreglada, es que siempre quería verse como una estrella, como las mujeres de las revistas.  No era muy brillante, nunca había agarrado un libro, pero era la más bella de todas.

-Compadre:  Uy, sí, qué linda era Marta.....

-Don Edgardo:   Ese día, un Rolls Royce......sí, señores, un Rolls Royce se aparcó frente a la casa y Marta me dijo:  Edgardo, me voy y se fue.....Así sin más explicación, agarró sus maletas y se montó en ese carro. Claro, el apuesto caballero le abrió la puerta bien trajeado y vestido, el disfraz de los hombres de plata!  ¡POR ESO ES QUE NO LOS SOPORTO!

-Compadre:  Yo también no los soporto.

    Un apuesto caballero impecablemente vestido se acercó a la mesa. Se trataba de César.


-César:  Buenas noches, Laura, ¿cómo estás?

   Todo el mundo se asombró y hasta Don Edgardo enmudeció.


Melissa G.

Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.44-Parte 2......




Esta #HistoriaCortaTCE incluye un extracto de la novela completa para seguirles presentando el mundo de la historia: "Tentación, Color Esmeralda".  En los anteriores relatos encontrarás también momentos de esta novela, a modo de una Introducción.  Espera la trama completa muy pronto con su 1o Parte: "Búsqueda".....


Recomendado para ti: #ESPECIAL No. 2: "Lo mejor y loque viene: #HistoriasCortasTCE”.

jueves, 13 de abril de 2017

#HistoriasCortasTCE No. 43: “Claridad-Parte 5”.



#HistoriasCortasTCE No. 43: “Claridad-Parte 5”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No.43: “Claridad-Parte 4”.

    Noche en la ciudad.  Humilde Barrio de la Ciudad-Casa de la Familia Gómez.

     En la noche, llegando a la casa de Laura, después de buscar el pastel de cumpleaños para Don Edgardo, Daniel  en su auto parece algo nervioso, por lo que intenta hablar con su novia.

-Laura:  Gracias, Daniel por llevarme a comprar el pastel de cumpleaños para mi papá, así tengo algo para complementar la fiestecita.  Quiero que sea tranquila y calmada, no más las escenitas de siempre...

-Daniel:  Amor, creo que necesitas saber algo.  No he tenido oportunidad de decírtelo.  Me enteré antes de salir del trabajo, resulta que mis papás...

   Algo seria, Laura le dice a su novio:

-Laura: ¿Tus papás qué, Daniel?


-Daniel:  Bueno, mi papá me llamó para decirme que él y mi mamá habían decidido invitar a Don Edgardo a cenar y....

-Laura:  ¡Qué, cómo así que invitarlo a cenar, hoy, en su cumpleaños, no....esto no puede ser!  ¡Tú sabes cómo él se pone hoy y yo no puedo pasar por otra cosa así de nuevo, no otra vez; después de tantas ocasiones que me ha tocado revivir lo mismo!

-Daniel:  Es mejor que lo tomes con calma, ya deben estar en tu casa con Don Edgardo esperándonos para ir a cenar.  Pero no te preocupes, yo voy a estar a tu lado, nada te va a pasar.

-Laura: ¿Nada me va a pasar, Daniel?  ¡Tú te crees ese cuento!  ¡Ya ni modo, déjame ver si puedo evitar el desastre!

   Laura se baja rápidamente del auto, seguida por Daniel.  Abre la puerta y lo que vio le anunció el inicio de su tortura anual.   Presentes estaban Concepción, los papás de Daniel, el eterno compadre borrachito de Don Edgardo, y claro está:  El padre de Laura en estado inicial de embriaguez.


-Don Edgardo:  Laura, mi hijita.  ¡Llegaste, así podemos ir a celebrar el día en que morí, el día en que me mataron, el día que dejé ser un hombre feliz para vivir un infierno!  ¡El día que Marta se largó con un hombre de plata!

***


Noche en la ciudad.  Humilde Barrio de la Ciudad.  Fuera de los predios de la humilde casa de Laura Gómez.
  
   César llega en su lujoso auto a los predios de la casa de Laura.  Desde el mismo, divisa el auto de Daniel.

-César:  Parece que está con Daniel.  Lógico, todavía es su novio.  ¿Cómo hago para entrar y hablar con Laura?

   En ese momento, la comitiva festiva salía de la casa de Laura.  Concepción, Don Edgardo y su compadre se suben al que era el auto de los Gómez, los padres de Daniel se subieron a otro auto y Daniel parecía estar disculpándose con Laura quien no disimulaba su enojo.

    César pensó en voz alta:

-César:  Era cierto, tenían un compromiso familiar, me va a tocar seguirlos y ver con qué cara me aparezco en un lugar donde no me han invitado....

    César arranca su auto y sigue el desfile de carros.




Melissa G.

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#HistoriasCortasTCE No. 41: “Palabra de Zar-Parte 4”.

#HistoriasCortasTCE No. 43: “Claridad-Parte 2”.


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jueves, 6 de abril de 2017

#HistoriasCortasTCE No. 43: “Claridad-Parte 4”.


#HistoriasCortasTCE No. 43: “Claridad-Parte 4”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No.43: “Claridad-Parte 3”.

    Gemas Generación Rosales, S.A.  Vestíbulo de oficinas ejecutivas.
  
   César muy elegantemente vestido se encuentra con su papá en el vestíbulo de oficinas de GEMAS GENERACIÓN ROSALES, S.A.

-César:  ¿Papá, listo para irnos al banco?

-Don Fabriciano:  M’hijo, no va poder ser para hoy....


-César:  ¿Cómo así, de qué me estás hablando?  Era ayer, pero lo cambiamos para hoy a primera hora porque tenías una reunión con un compañero de partido.  ¡Qué falta de seriedad es ésta, papá!

-Don Fabricino: Calma, m’hijo, calma.  Ven, hablemos en mi oficina, no hay que ventilar los trapos sucios enfrente de todo el mundo.

    Ambos entran a la oficina de Don Fabriciano, César muy molesto se sienta a escuchar a su padre:

-César:  ¡A ver, papá, qué es lo que está pasando!  ¡Dime de una vez y sin escalas innecesarias, al grano!

-Don Fabriciano:  A calzón quita’o, hijo, la firma del préstamo no podía ser ni para ayer, ni para hoy y ni para mañana, va a tener que esperar.

-César:  ¡No veo por qué tiene que ser así, todo está en orden; por lo menos de nuestra parte!

-Don Fabriciano;  Sí, pero Don Enrique...

-César:  Ah, ya entiendo...Don Enrique, así que es Don Enrique.  Y se puede saber....¡QUÉ CARAJO LE PASA A DON ENRIQUE!


-Don Fabriciano:  Calma, m’hijo, calma, que te pueden oír.  Lo que sucede es que por cuestiones coyunturales en su banco, la distribución del capital de financiamiento se ha visto en la necesidad de....

-César:  ¡Necesidad de nada, papá, no me veas cara de pendejo!  Yo sé lo que le pasa a Don Enrique, aquí el problema es que no me he casado con su hija aún, ¿o me equivoco?

-Don Fabriciano:  Bueno, él no ha dicho cosa semejante, él lo que me expuso fue la situación interna que...

-César: ¡Al grano, papá, qué nueva fecha te dio Don Enrique para firmar el préstamo!

-Don Fabriciano:  Bueno, Don Enrique me aseguró que con mucha precisión, para dentro de tres meses y medio se puede estar ya listo para la firma si es que.......

   Levantándose súbitamente de su silla, César lleno de ira le reclama a su padre.

-César:  ¡Estás ciego, papá, sordo o qué!  ¡Por Dios, papá, está más claro que el agua, Don Enrique está poniéndole precio al préstamo, lo está acondicionando a mi matrimonio con su hija, pero lo veo mal; porque ahora mismo voy a visitar a otros bancos!


-Don Fabriciano:  M’hijo, no hay necesidad de hacer semejante descortesía a tu suegro, que dicho sea de paso, nos está ofreciendo unos intereses que en ningún otro lado te van a dar y ni hablemos de lo considerado que está siendo con respecto a la garantía; ningún banco pediría tan poco por la cantidad que buscamos.


-César:  Papá, cuando yo decidí proponer la necesidad de ese préstamo, no hice las proyecciones pensando que me iban a dar condiciones tan flexibles y mucho menos agarré el teléfono y llamé a Don Enrique diciéndole:  “Suegro, cómo está, mire, necesito esta plata, ¿puede prácticamente regalármela por favor?”.  Yo fui como cualquier empresario a varios bancos y cuando visité el de Don Enrique, ni pedí hablar con él, ni me presenté como su yerno.  Él mismo cuando se enteró fue el que se ofreció a darme ese tipo de ayuda tan desmesurada.  Yo no acepté, pero tú quedaste encantado y como eres el presidente; pues tuviste la última y definitiva palabra.

-Don Fabriciano: Bueno, puede que haya sido así, pero en verdad no creo que fue un error aprovechar semejante ventaja.



Melissa G.

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