El inicio de la Historia: Búsqueda.

El inicio de la Historia: Búsqueda.
Una foto y un escándalo que evitar; lo demás no es tan simple a la vista.

miércoles, 16 de mayo de 2018

#HistoriasCortasTCE No. 51: “Resplandor-Parte 5”.



#HistoriasCortasTCE No. 51: “Resplandor-Parte 5”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No. 51: “Resplandor-Parte 4”.

    Recámara de Doña Nidia.  Mansión de los Rosales De la Vega.

    Dalia entra a la recámara de su hermana Nidia.  Todavía la madre de César permanecía acostada en su cama. En su cuarto, un sin fin de bolsas de las tiendas por departamento: “DE LAS CASAS”, invadía la elegante decoración.

-Dalia: Azucena me dijo que seguías aún en tu cuarto, que no habías bajado ni siquiera a desayunar.  Cuánto tiempo más quieres que pase, Nidia, para que dejes estas depresiones, si nuestro papá te viera; se volvería a morir, pero esta vez de tristeza.

-Nidia: ¡Si mi padre viviera, hubiera matado a Fabriciano hace años, yo fui la que estúpidamente se lo impedí muchas veces; pero cómo me lo ha pagado ese desgraciado, cómo!  ¡Humillándome como lo hace paseándose con su Victoriana Peralta, anunciando que se va a casar con esa vagabunda de callejón oscuro y olvidándose de todo lo que hice por él! ¡Tú crees que fue fácil hacer que Fabriciano sea hoy día un caballero respetable, tuve que tallar capas y capas de costumbres barbáricas, de falta de educación y clase para que él dejara de oler a mina, que dejara de comportarse como un minero ignorante y aprendiera aunque sea a confundirse entre los miembros de la alta sociedad!

-Dalia: Yo no puedo dejar de reconocer que hiciste todo eso por Fabriciano, pero eso no te daba derecho a pensar que comprabas tu felicidad con él.



-Nidia: ¡Qué, tú lo vas a justificar, tú que sabes qué es pasar por una infidelidad, tú que conoces lo humillante que es saber que tu marido venga oliendo a perfume barato; cuando una está muriéndose porque por lo menos le den una caricia! ¡Si no hemos sido felices, fue por su culpa, no la mía; yo lo amaba, lo amaba con locura, le di todo lo que tenía, todo!

-Dalia: ¡Pero él no te amaba a ti, NO TE AMABA!

-Nidia: ¡Cállate, cállate, CÁLLATE!

-Dalia: ¡No me callo, no me callo, porque tú ya lo has hecho demasiado, hiciste incluso que mi padre cuando se enteró de la verdad callara; lo convertiste en el espía de Fabriciano, hiciste que él se enfermara de odio contra ese hombre, que no tuviera vida persiguiendo a todas las mujeres de tu marido!  ¡Debiste apenas te enteraste de la verdad, dejarlo, tomar a tu hijo César y comenzar una vida digna; en cambio, todo fue un desastre tras otro, una cochinada tras otra, una infelicidad tras otra, todo por qué, para qué!  ¡Para negar que FABRICIANO AMABA A LAURA!

-Nidia: ¡ESE NOMBRE ES MALDITO, PROHIBIDO EN ESTA CASA!

-Dalia: ¡A la verdad no se le puede prohibir que exista, pueden mandarla a callar, ponerle tierra encima; pero la verdad no deja de ser!  ¡Fabriciano hizo mal, yo le reclamé miles de veces, incluso a costa que me quitaras el habla porque según tú estaba poniendo en riesgo tu matrimonio; le dije en su cara lo que él se merecía a pesar de tu hipocresía!  ¡Pero la verdad es que Fabriciano amaba siempre a Laura Pérez, tú lo sabes!

-Nidia: ¡Eso no es cierto, lo que pasa es que él es un picaflor, un adicto al sexo!

-Dalia: Nidia, por favor, no vivas más en esa burbuja que te has construido para no colapsar.  Mira a tu alrededor, llenas tu vida gastando dinero comprando cosas que no sólo no necesitas, sino que nunca vas a usar.  ¡Ve a tu familia, ve a tus hijos, mira quiénes son ellos!


-Nidia: ¡Y qué, me vas a venir a decir que soy mala madre! ¡Si tú has sido tan buena con tus hijos, por qué será que ellos adoran a la familia de su padre más que a ti!

-Dalia: Yo al igual que tú, cometí errores.  Yo al igual que tú, me quedé sin una madre que nos guiara y con un padre que cuando perdió a su esposa; perdió su rumbo y nosotras por ende también.  Pero por lo menos, yo no tengo unos hijos que no han hecho nada por sus vidas como Federico y Liliana, no tengo un hijo que odia a su hermano porque su padre lo rechaza por ser en verdad hijo de su supuesto tío y no tengo un hijo mayor que fue supuestamente fruto del amor; pero que nunca ha recibido un buen consejo de su madre y encima, va a repetir en cierta forma, la infelicidad de sus padres con la mujer con la que se va a casar.

-Nidia: ¡Qué dices, Merceditas y César se adoran!

-Dalia: Tómate el trabajo de ver los ojos de tu hijo cuando está al lado de esa mujer en los muchos compromisos sociales que tenemos; luego me cuentas...
  
   Dalia sale de la habitación y Nidia conserva una expresión soberbia.


Melissa G.

Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.52-Parte 1.......

📗✍️ ¡“Tentación, Color Esmeralda: Búsqueda”, la 1º parte de la historia ya es una realidad!


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Esta #HistoriaCortaTCE incluye un extracto de la novela completa para seguirles presentando el mundo de la historia: "Tentación, Color Esmeralda".  En los anteriores relatos encontrarás también momentos de esta novela, a modo de una Introducción.  

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