El inicio de la Historia: Búsqueda.

El inicio de la Historia: Búsqueda.
Una foto y un escándalo que evitar; lo demás no es tan simple a la vista.

viernes, 20 de marzo de 2015

#HistoriasCortasTCE No. 20: “DOBLE ZAR-Parte 2”.


#HistoriasCortasTCE No. 20: “DOBLE ZAR-Parte 2”.

  
    A las palabras de Arístides, se le sumaban una cercanía entre César y su abuelo Nicanor, que rebasaban las barreras y límites del color, señalando un destino como una luz al final de un túnel oscuro de una mina. Si César reflejaba determinación y hasta veces furia en sus ojos verdes, no importaba la diferencia de tono entre sus ojos y los de su abuelo: El mismo brillo e intensidad que tenía Nicanor se reflejaba en su mirada y la misma sensación de temor e intimidación sentían todos aquellos que deseaban desafiarlos.  El ímpetu de Nicanor era bien conocido y sin duda, el elemento que más caracterizaba su fuerte y hasta veces su peculiar personalidad, era aquel fuete para arriar caballos que llevaba siempre consigo y que hasta nombre le había puesto: “Dignidad”.  Ver caminar a Nicanor por su hacienda y sus tierras en la zona esmeraldífera colombiana, era algo común y frecuente, por más extraño que pudiera ser ver a aquel hombre de buen porte, elegante figura y determinante expresión andar con fuete en mano en plenos pasillos y jardines de la hermosa casa en medio de las montañas de esmeraldas. 


     Quizás la idea de un personaje que sea un hacendado con fuete en mano, puede parecer hoy día una idea algo convencional, pero había algo en Nicanor De la Vega que lo diferenciaba de cualquiera que pretende infundir respeto y hasta un poco de intriga; era una cuestión de actitud lo que lo apartaba de las imitaciones de personajes, para ser toda una personalidad.  Nicanor en sus expresiones, encontraba el acompañante perfecto para sus fuertes palabras, porque él no temía expresar lo que sentía.  Probablemente ser el dueño de la concesión de una mina de esmeraldas, lo colocaba a él como una persona que se movía entre la autenticidad, originalidad y peculiaridad, semejante a las cualidades de las enigmáticas esmeraldas; también había que añadir la complejidad de su vida emocional, donde su camino encontró la salida a muchos momentos difíciles a través de su nieto César, cuya genética le otorgó una cercanía física con la estampa de su abuelo; y sus recuerdos, apreciaban y mantenían viva la memoria de quien fue Nicanor De la Vega.

     Años después, César no llevaba en sus manos el fuete llamado “Dignidad”, pero él conocía y recordaba muy bien aquellas escenas de su abuelo y su fuete o látigo para arriar caballos.  Eso sí, para la ama de llaves de la hacienda: Doña Simona, el caminar de César por la hacienda era idéntico al caminar de Don Nicanor.  Simona, quien conoció desde muy pequeña a Nicanor y quien vio crecer a César desde que nació, siempre ha hablado que escuchar los pasos de César por la hacienda, podía ser sumamente impactante.  Si a veces él se levantaba de noche porque no podía dormir, como a veces le pasaba,  y se ponía a caminar por la terraza de La Casona, sus pasos llevaban el mismo andar de Don Nicanor.  La situación podía ser aún más impresionante si en medio de la noche, se divisaba a lo lejos la figura de César por los predios de la hacienda; cualquiera que hubiera conocido a Nicanor De la Vega, creería que él estaba de vuelta.  De cierta manera así era, César era lo que un día fue Nicanor, pero añadiéndole otras cualidades que hacían más interesante el futuro de una industria, de una familia y hasta de una mujer; la clave era encontrarla, como se encuentra a una hermosa esmeralda escondida en las entrañas de la tierra.

    Nicanor reinó un día, César estaba por hacerlo, era una situación de dos reyes en tiempos distintos, pero la esperanza, era la meta más importante por la que valía la pena pelear por el título de “zar legal de las esmeraldas”.  Esta historia continúa en la próxima #HistoriasCortasTCE y cuando los ojos de todo el mundo puedan ver la #NovelaTCE, un mismo hombre será el “doble zar”.













Continuará en la próxima #HistoriasCortasTCE No.21-Parte 1….



Melissa G.

 #HistoriasCortasTCE que puedes leer también:

#HistoriasCortasTCE No. 8: “Ver unos ojos verdes”.
#HistoriasCortasTCE No. 9: “Desear una Esmeralda”.
#HistoriasCortasTCE No. 10: "La Cava de Don Nicanor".
#HistoriasCortasTCE No. 11: ¡A LA MINA LA PRÓSPERA!
#Empresa, #Abuelo, #fuete, #látigo, #hacienda, #novela, #webnovela, #tentación, #color, #esmeralda, #cuento, #historia, #historiacorta, #Nicanor, #nieto, #ojosverdes, #zar, #corona, #NicanorDelaVega, #heredero, #Dignidad, #esperanza

No hay comentarios:

Publicar un comentario