El inicio de la Historia: Búsqueda.

El inicio de la Historia: Búsqueda.
Una foto y un escándalo que evitar; lo demás no es tan simple a la vista.

miércoles, 18 de julio de 2018

#HistoriasCortasTCE No. 52: “Resultado-Parte 5A”.



#HistoriasCortasTCE No. 52: “Resultado-Parte 5A”.

Viene de: #HistoriasCortasTCE No. 52: “Resultado-Parte 4”.

   Noche en la ciudad.  Sala de la Mansión Rosales De la Vega.

    En la casa de los Rosales De la Vega, Liliana y Federico holgazaneaban en la recargada sala.  Ernesto, entra y comienza a conversar con los menores Rosales De La Vega.

-Ernesto: ¡Hermanitos, tan tarde en la noche y ustedes en la casa!  ¿Acaso no tienen ningún lugar donde ir a fiestear?

   Los gemelos Rosales De La Vega, eran superficiales, materialistas y mentes huecas hasta más no poder.  Sus respuestas eran iguales de livianas; pero esta vez, sus comentarios le ayudarían a Ernesto a inspirar su plan de ataque.

-Federico: Lo que pasa es que este país no puede comparar su vida nocturna con la de "L.A."; aquí hace falta más personalidad para poder igualarse al estilo de Los Ángeles.  Mira nada más la ropa, fui el otro día a las tiendas de los De Las Casas y lo que encontré fue terriblemente decepcionante; demasiado predecible.

-Liliana: Oye, Ernesto, y tú qué haces por aquí. Sólo vienes a esta casa, nada más a pedirle plata a mi mamá y a esta hora ella está dormida; es más, lleva días en que no sale de su cuarto por sus famosas depresiones.



-Ernesto: No vine a ver a mi mamá, sino a ustedes; ya saben...para hablar y que me cuenten qué ha pasado por aquí en estos días.

-Federico: Lo usual, Ernesto.  No es que estemos mucho tiempo en esta casa, pero no hace falta pasar varias horas aquí metido para darse cuenta que en este lugar, las cosas siempre son iguales.  Primero, mi papá: Aquí sólo amanece, las noches son para sus queridas. Ah, pero el otro día pasó algo, imagínate que entre Gutiérrez y dos guardaespaldas tuvieron que subirlo cargado por las escaleras, parece que su zorra lo drogó o quién sabe si se habrá intoxicado con su “famoso cóctel” contra la falta de virilidad.

    En el rostro de Ernesto, se le dibujó una sonrisa; él sabía la verdadera razón de la intoxicación de su padre.  Hipócritamente dijo:

-Ernesto: ¿Ah, sí, qué extraño, verdad?  ¿Será que algunos de los ingredientes del famoso brebaje estaban pasados, caducos de fecha?  Bueno y de mi mami, a parte de sus depresiones, ¿no ha habido nada particular? nada que puedan contarme, como por ejemplo, la visitas que le hacen sus amigas o Doña María del Pilar.

-Liliana: Ernesto, Ernesto, por qué mejor no fuiste más directo y nos preguntaste por algo que tenga que ver con César.  Sabes que al igual que tú, nosotros no soportamos a nuestro hermano mayor, así que con confianza; cuando necesites algo de uno de los dos, avísanos.  ¿Verdad, Federico?

    Con cierta duda, Federico contesta.  Él obviamente no le agradaba César, pero no con una convicción tan firme como la de sus hermanos Ernesto y Liliana.

-Federico: Bueno, no sé como para qué seríamos útiles....Además, nosotros nos vamos a Los Ángeles dentro de poco tiempo, así que no podríamos enterarnos de la vida de César.

-Liliana: ¡Qué cobarde eres, Federico, tú mejor sigue comprándote ropa!  Ernesto, imagínate que se supo que César metió una mujer en la hacienda, poco después que él regresó de Panamá; parece que él hizo un viaje por allá.

-Ernesto: ¿Una mujer en la hacienda y cómo se enteraron de eso?

-Liliana: Porque resulta que a esa mujer, César le prestó ropa de mi mamá.  Da la casualidad que nuestra querida madre solicitó esa misma ropa y, ¡sorpresa!: La camisa sin botones y la falda rota.



-Federico: Y para que no me digan cobarde, imagínate qué dijo César cuando mi mamá le exigió una explicación: ¡Que él metía las manos en el fuego por esa persona, en otras palabras; que esa mujer le interesa!

-Ernesto: Déjenme entender bien esto.  A ver, paso por paso, cuéntenme cómo se enteraron de la historia, todos los detalles, todo lo que me puedan decir.

-Liliana: Mira, resulta que mi mamá mandó a pedir esa ropa, un día que llegó por aquí mi tía Dalia y Doña María del Pilar.  Lo que sucedió fue que.....

    La voz de Doña Dulcidia bajando por las escaleras, interrumpió el relato.

-Doña Dulce: Escuché la puerta, quién llegó, si es Laura díganle que Fabriciano no está y que mejor se vaya porque Don Nicanor puede verla y todavía nada de nada.








Melissa G.

Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.52-Parte 5B......


📗✍️ ¡“Tentación, Color Esmeralda: Búsqueda”, la 1º parte de la historia ya es una realidad!


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Esta #HistoriaCortaTCE incluye un extracto de la novela completa para seguirles presentando el mundo de la historia: "Tentación, Color Esmeralda".  En los anteriores relatos encontrarás también momentos de esta novela, a modo de una Introducción.  Espera la trama completa muy pronto con su 1o Parte: "Búsqueda".....

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