Viene de #HistoriasCortasTCE No.29: “Al Rescate-Parte 5”.
Oficinas ejecutivas. Canal 52-Televisora de la localidad.
En la oficina del directivo televisivo: Manolo Garrido, César es recibido calurosamente.
-Garrido: Mucho gusto, ingeniero Rosales De la Vega. Pase por favor, es un placer recibirlo en nuestro canal. Ya tuvimos el honor de conversar con su suegro, lamentamos profundamente lo ocurrido y esperamos que la medida tomada haya sido de su total satisfacción.
-César: De eso precisamente tengo que conversar con usted. Esa medida que tomó me puede perjudicar profundamente, tanto a mi prometida, mi familia y mis parientes políticos.
-Garrido: No comprendo, el señor Enrique De las Casas solicitó a nombre personal y de la familia Rosales De La Vega que se despidiera irrevocablemente a la periodista responsable de tan incómoda nota.
-César: Ahí está el asunto. Mi suegro pudo haber pedido eso en su desesperación por proteger a su hija y para ustedes fue más cómodo despedir a su empleada, sin pensar en el problema que nos va a causar. Ustedes al dejar cesante a su periodista por órdenes nuestras, están colocando un peso sobre la ética de nuestras familias.
-Garrido: Cómo así, no entiendo nada, señor Rosales De la Vega…..
-César: Muy simple, aquí los verdaderos responsables de este problema no son sus subalternos, sino ustedes como dueños del canal. Al despedir a su empleada, nos coloca en el riesgo de que esa periodista nos haga un escándalo, se abandere con todos los derechos del periodismo y emprenda una cruzada contra los enemigos de la libertad de prensa. Antes que esa mujer nos cause un mínimo problema, nosotros los vamos a demandar a ustedes como canal televisivo.
-Garrido: ¡Pero por qué nos demandarían si ya tomamos cartas en el asunto!
-César: Fácil, tomaron las medidas más cómodas para ustedes: No dieron la cara, ni siquiera enviaron una comunicado aclarando las cosas, ni se disculparon. Despiden a su empleada que como subalterna no puede hacer nada, pero nos coloca a nosotros en el riesgo de un mayor escándalo y hasta de una posible demanda.
-Garrrido: ¡Pero su suegro pidió que hiciéramos exactamente eso!
-César: Mi suegro les habrá podido pedir misa, pero ustedes eran los responsables de manejar el asunto de la manera más adecuada, para eso son los profesionales de la comunicación; no mi suegro.
-Garrido: Bueno, ¿qué es lo que ustedes desean?
-César: Simple, primeramente deben disculparse ante toda su audiencia por los daños causados a las personas a las que sin pruebas se les ha involucrado en el asunto; obviamente sin mencionar nuestros nombres. Por otra parte, yo no puedo decirles a ustedes cómo manejar internamente su empresa y el tipo de restricciones que deban aplicar para evitar esta clase de inconvenientes, pero de ahí a despedir a alguien con el riesgo de perjudicarnos más; no me parece. Le exijo que no deje cesante a nadie a causa de esta situación, restablezca a los involucrados en sus puestos y tome las medidas necesarias para que no vuelva a pasar más esto.
-Garrido: Así será, señor Rosales De La Vega.
-César: Me gustaría dejar esto aclarado inmediatamente con las personas implicadas. A nombre de mi familia, la de mi novia y del mío propio tengo que dejar bien claro que ni los Rosales De la Vega, ni Los De Las Casas; buscan un conflicto con los medios, todo lo contrario, somos gente que deseamos llevarnos bien con ellos.
Melissa G.
Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.30-Parte 1 ......
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