El inicio de la Historia: Búsqueda.

El inicio de la Historia: Búsqueda.
Una foto y un escándalo que evitar; lo demás no es tan simple a la vista.

miércoles, 22 de octubre de 2014

#HistoriasCortasTCE No. 5: “Las Llaves de La Casona”.



    La #HistoriasCortasTCE No. 5 nos abre las puertas de la hacienda "La Casona", uno de los escenarios más importantes de esta historia.  Puedes conocer más sobre uno de los personajes principales: Daniel Hernández en la anterior #HistoriasCortasTCE No. 4


#HistoriasCortasTCE No. 5:  “Las Llaves de La Casona”.


    Si hay un lugar especial en la novela “Tentación, Color Esmeralda”, es sin duda alguna la hacienda La Casona.  Ya de por sí una historia que ofrezca un ambiente de una gran propiedad en medio del campo se anota un sin números de posibilidades, pero en el caso de “La Casona”, es más que un escenario, es quizás entender el dilema de una generación.  Ubicada estratégicamente en medio de las montañas de esmeraldas, La Casona se levanta como un refugio para la familia Rosales De la Vega, un centro de operaciones para su empresa de extracción, un ambiente propicio para sus múltiples reuniones y fiestas sociales, pero sobre todo: La Casona se guarda sigilosamente como el lugar donde el verdadero amor de César, debe hacerse realidad. 

     Esto no sería posible sin que la llave de la propiedad fuera cuidadosamente guardada.  Para ello, Don Nicanor De la Vega, propietario original y abuelo de César: el protagonista, asignó como custodia de las llaves a la sabia Simona.  La negra Simona, como la llaman muchos, es una mujer de la región de enorme sonrisa y de corazón lleno de sabiduría.  


    Sobre sus hombros se colocó una tremenda responsabilidad que no le ha sido, ni le será fácil llevar a cabo, pero ella sabe que una llave abre y cierra puertas. El juego es saber cuál abrir o cuál cerrar, por eso Simona se dio cuenta que caminar por los corredores de la hacienda, con sus múltiples cuartos abiertos al paisaje de la zona de esmeraldas, es igualito que caminar por un túnel de una mina. Ella por muchos años ha guardado las llaves de esa hacienda y por muchos años ha esperado abrir la puerta principal del lugar a la mujer correcta para César, hasta ahora ella sólo ha visto falsificaciones de “mujeres adecuadas” para él y otras las ha encontrado tan turbias como una esmeralda falsa bajo la vista de un microscopio.


    ¿Quién no quiere entrar a La Casona?  Ciertamente mucha gente y eso ha complicado más el asunto de conservar la propiedad.  Con los años, en la hacienda La Casona ha ido pasando de todo, muchas cosas a espaldas de Simona.  ¿Cómo ella podrá entonces cumplir con su misión?  César ya no es un niño, menos un muchacho, es un hombre, así que Simona se dio cuenta que las llaves de metal que Don Nicanor le entregó no van a hacer en última instancia, las determinantes para que él deje entrar a la mujer correcta y saque a la equivocada. 

     En su lugar, Simona ha ido observando a César como quien observa una esmeralda con detenimiento, para conocerla mejor.  Ella lo observa, ella le dice lo que piensa, de una manera muy sutil, pero precisa.  Ella ha tenido que aceptar que él tiene que aprender por su cuenta.  Ella ha esperado, ella sabe que en última instancia, los errores, los golpes, enseñan; Simona sabe que tendrá que abrirle la puerta de la hacienda a César un día y entonces, él dirá su verdad.  Ahí es entonces cuando ella usará una de las llaves que ha guardado por mucho tiempo: El antídoto contra las tentaciones pasadas. Pues para saber de qué se trata, hay que ver qué es lo que Simona sabe y esa mujer ha puesto una de las mejores cerraduras a ese pasado: La prudencia. 

    Simona tiene las llaves de la hacienda La Casona.  De su trabajo, dependen muchas cosas.  Quizás en nuestras vidas, las llaves que necesitamos descansan en las manos equivocadas y en los recursos menos apropiados.  O quizás hay alguien especial que siempre ha estado muy cerca de nosotros, tratando con buenos consejos y deseos, de abrir lo que está cerrado e incorrecto.  Pero lo más importante es que los dueños de las llaves de nuestra vida, somos nosotros mismos.  Nosotros decidimos a quién se la damos y cómo las usamos.  Ésa verdad es la llave que abre todo lo demás que es importante para uno.  Mientras descubrimos cómo usar las llaves de nuestras vidas, la novela “Tentación, Color Esmeralda”, nos da la bienvenida a “La Casona”.  Esperen entrar en ella muy pronto.



Melissa G. 

Continúa con la próxima #HistoriasCortasTCE No.6……

No hay comentarios:

Publicar un comentario